Los trastornos de la alimentación han aumentado en las últimas décadas, esto se debe a la constante exposición que tenemos a los modelos de belleza impuestos por la sociedad. Uno de los trastornos que ha aumentado más, de acuerdo con la psicóloga Silvia Olmedo, es la bulimia nerviosa.
La bulimia nerviosa es un trastorno de la alimentación que afecta mayormente a mujeres. Se caracteriza por que las personas que la sufren, tienden a dejar de comer y cuando vuelven a consumir alimentos lo hacen en exceso para después vomitar todo aquello que hayan consumido.
De acuerdo con Olmedo, este trastorno alimenticio se debe principalmente a un bajo autoestima, pues la constante búsqueda de la perfección en un cuerpo socialmente impuesto, lleva sobretodo a las mujeres jóvenes, a la inseguridad.
Este tipo de bulimia se debe a la ansiedad que una persona puede llegar a sentir por frases como “si te pones gorda la gente no te va a querer”. La especialista menciona que las personas bulímicas funcionan con la ley del todo o nada, pues dejan de comer muchos días, y cuando comen, pueden llegar a consumir hasta seis mil calorías.
En la bulimia, el sentimiento de culpa provoca que los pacientes se purgen. Cuando una persona vomita constantemente, los ácidos del estómago afectan su esófago, dientes y dedos. Además que, debido a la poca grasa de su cuerpo, tienden a tener mucho vello.
Es difícil identificar a una persona con bulimia pues tienden a disimularlo y esconderlo, sin embargo, algunas de las señales de alarma pueden ser:
*Dedos con marcas anormales
*Tendencia a ir al baño justo después de comer
*Atracones de comida
*Comer en situaciones de estrés
*Realizar mucho ejercicio
Si notas alguna de estas señales de alerta, es necesario llevar a la persona afectada con un psicólogo. El tratamiento puede durar años, pues es un trastorno de la personalidad que algunas veces requiere de un tratamiento farmacológico recetado por un psiquiatra.
La sociedad ha creado un modelo de belleza imposible de lograr, por lo que de acuerdo con Silvia Olmedo, hay que estar alerta de los comportamientos alimenticios de las personas que nos rodean, pues “hay que entender que la gente se muere de bulimia”.
Texto y foto: Agencias
