Blindado

Armando Escalante
Periodista y analista político

Los medios de comunicación jugaron un papel preponderante en el derrocamiento del gobierno de Enrique Peña, al que destrozaron en las redes sociales de cada uno de los periódicos, radio y televisión de este país. Prácticamente todos los días se daba cuenta de los miles de muertos que generaba la guerra entre narcos —que sigue sin freno— y también se informaba extensamente de los numerosos casos de corrupción ligados a funcionarios de gobierno, lo que ahora está tremendamente peor.

En aquel tiempo no había un presidente ni toda una estrategia para demeritar las publicaciones ni tampoco se negaban los casos. Se perseguían o de plano se cesaba a los involucrados. El presidente Peña metió a la cárcel a varios cercanos, suponemos con algún cálculo político a su favor que de nada sirvió.

Todos los delincuentes de cuello blanco exhibidos en los medios de comunicación fueron cayendo y las páginas de los periódicos eran devoradas por los mexicanos, que día con día confirmaban que era un sexenio de bandidos. Nadie rechazaba las publicaciones, menos el presidente.

Sin embargo, dos años después, la mayoría de los medios serios de este país han seguido haciendo el mismo trabajo que hacían con Peña solo que ahora… sí hay quien ataje las publicaciones y salga a combatirlas, desacreditando al cartero por llevar malas noticias. Los “pasquines inmundos” —como los bautizó el ahora presidente— dan cuenta todos los días de los numerosos “negocios” que realiza la 4T mediante compras direccionadas a favor de parientes, amigos y hasta socios de funcionarios, que se identifican o ligan con Morena y con su fundador, Manuel López, pero ahora no pasa nada.

Bueno, sí pasa, resulta que desde la tribuna presencial se niegan los hechos, o más bien, se desvirtúan, dándole la vuelta a las noticias para terminar desacreditando al periódico o televisora que las difundió. Antes esos medios criticaban a Peña, eran muy buenos periodistas, pero ahora que exhiben la corrupción cometida bajo el manto protector del peje, los comunicadores están “dolidos” porque perdieron privilegios.

Se le pide a la gente incluso no consumir esas informaciones (tras que de por sí pocos leen un periódico y muchos menos miran un noticiero de 11 de la noche), porque sus autores “están contra México”.

López parece estar blindado contra todo y no hay forma de que la corrupción de su gobierno, sea aceptada por sus fanatizados seguidores. Así sean documentos oficiales que prueben su culpabilidad en algún ilícito, los aplaudidores de la transformación de cuarta no la creen. Si le sumamos que no leen periódicos ni ven televisión y además el presidente los engaña con otra mentira dicha desde sus misas mañaneras, va a estar muy complicado que tantos chuecos sean conocidos y aceptados.

Habrá que diseñar otra forma más compleja de hacerle saber a la gente que este gobierno de AMLO ha resultado ser un fiasco, que sus programas son todos fallidos e inviables, muy a pesar de los 100 mil muertos por pandemia que alcanzaremos muy pronto y que la gente no se los asocia a su mala gestión sanitaria.

El xix.— El gobierno de Mauricio Vila se ha esforzado en demasía por proteger a la gente, no obstante, una Cámara de Comercio que creyó que sería igual de poderosa que siempre, que aporrea la mano para tratar de hacerlo claudicar en sus decisiones, no ha podido quebrarlo ni hacerlo retroceder. El gobernador se ha desgastado en aplicar medidas radicales que protejan vidas y al mismo tiempo nos salven de un colapso económico. Los resultados están a la vista, pero… transcurrido un mes después de reaperturar todos los giros y viendo todo lo que está pasando en el mundo, con miles de yucatecos desbordados sin freno ni control, lo inevitable nos volverá a alcanzar en 15 días. No hay que presumir más la baja de casos, porque se acerca la peligrosa mezcla de aguinaldos-ventas-fiestas decembrinas.

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