Campaña de ruido

La semana pasada, en este mismo espacio, comentábamos acerca de la estrategia que los candidatos a la gubernatura del estado habían emprendido posterior al primer debate que sostuvieron el pasado 2 de mayo.

Como decíamos el lunes pasado, el bajo nivel de audiencia y algunas fallas de formato provocaron que los candidatos aprovecharan el vacío de información para usar a los medios de comunicación como portavoces de sus respectivas victorias, que cada uno salió a cantar frente a su militancia.

Pero a lo largo de la semana pasada, fue quedando atrás la oleada de notas que buscaban declarar a un ganador durante el debate y, poco a poco, fueron reemplazadas por la siguiente etapa de las campañas de cada coalición, quienes ya han dejado atrás la etapa para darse a conocer entre la población y han pasado finalmente a la etapa de las promesas, los proyectos y los contrastes.

Sin embargo, vale la pena señalar que la estrategia más llamativa ha sido la del Partido Revolucionario Institucional, y no precisamente por su contenido sino más bien porque su objetivo es paralelo al de la campaña del candidato.

Y es que en consonancia con el desempeño del candidato del PRI, Mauricio Sahuí Rivero, en el debate, el partido en el poder se ha encargado de llenar de ruido muchos de sus propios puntos débiles y muchos puntos fuertes del candidato del PAN, para sepultar cualquier tipo de desventaja que alguno de esos rubros pudiera ocasionarle.

De buenas a primeras, el candidato del PRI soltó en el debate del 2 de mayo una encuesta que nadie había visto hasta el momento, donde él aventajaba por amplio margen al candidato del PAN, asegurando que era ésa la razón por la cual Mauricio Vila lo atacaría durante todo el ejercicio. Y en efecto, Mauricio Vila lo atacó.

En un segundo momento, un periódico local publicó un supuesto desmentido firmado por Massive Caller para desacreditar las encuestas post-debate que daban por ganador al candidato panista. Horas más tarde, el desmentido fue desmentido por la propia casa encuestadora, asegurando que los ejercicios posdebate eran reales.

En un tercer momento, una vez que la campaña de Mauricio Vila dio pie a nuevas propuestas que se alejaban de su eje de la salud, la campaña del priista no tardó en posicionar sus propios compromisos de campaña en el mismo tema: becas escolares.

Y recientemente, como parte de los foros organizados por la Universidad Autónoma de Yucatán, el candidato del PRI salió en hombros de un grupo de estudiantes que simpatizan con él. Imagen que fue compartida hasta el cansancio por su equipo de campaña y simpatizantes, en una clara intención de superar el trago amargo vivido en otra universidad, la UMSA, en la cual fue derrotado por amplio margen durante una simulación de Jornada Electoral.

Cada uno de estos episodios forman parte de la campaña de ruido que, hasta el momento, le ha dado buenos saldos al PRI en su cruzada por remontar una percepción que les jugaba en contra desde la precampaña, pues ha conseguido apaciguar las dudas entre su propia estructura; al mismo tiempo que ha logrado que las encuestas ya no sean vistas como un instrumento fiable de medición, ante la gran variación que existe entre unas y otras.

Y es que, por más que la mayoría de las encuestas sigan apuntando hacia un lado, es evidente que el PRI ha sabido jugar sus cartas para desestabilizar la estrategia original del PAN, el cual debería prestar atención al juego si no quiere llevarse una sorpresa el 1º de julio.

Twitter:@jpgalicia

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