La falta de cultura de los productores yucatecos y la falta de compromiso de las autoridades federales para hacer cumplir la norma mexicana, ocasionó que Yucatán esté plagado de 74 pesticidas no autorizados, de los cuales, 44 son considerados altamente peligrosos, mientras que 33 están prohibidos en otros países.
Lo anterior, está sustentado en una investigación entregada a la Organización Mundial de la Salud (OMS) por la académica Irma González, y que hoy es pública.
En entrevista, Humberto Reyes Montiel, integrante de Ciudadanos Hartos Asociación Civil (CHAC), lamentó que ni la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) ni las secretarías de Salud y de Desarrollo Sustentable (SDS), cumplan con el trabajo de monitorear estos residuos cancerígenos y hacer cumplir la norma mexicana 000SAGFITO/SSA12013, que fija exactamente los límites máximos de desechos peligrosos.
El estudio que expone el problema de sustancias cancerígenas en el agua de Yucatán abarca municipios y comunidades, como Chacsinkín, Tixméhuac, Tekax, Chankom y Tixcacalcupul.
“En la investigación se encontró que el uso de herbicidas está generalizado entre los agricultores de todas las regiones analizadas. La aplicación de herbicidas forma parte del sistema productivo y se efectúa con regularidad”, se lee en el documento, mismo que posee Punto Medio.
Reyes Montiel detalló que entre las sustancias más usadas se encuentran: glifosato, paraquat, imidacloprid, cipermetrina, clorpirifós, abamectina, metamidofós, endosulfán, 2,4-D y Novadurón.
“Hay una desplegado del agua de la Japay en un medio impreso, y me pregunto, y le pregunto a la Japay: ¿el agua yucateca incluye al estado de Yucatán o solo Mérida? Porque en el resto de las ciudades toman agua de pozo, o agua potable que cloran pero que está tomada de profundidades arriba de los 40 metros, que traen particulas órganoclorado-cancerosas”, indicó.
Consideró que las autoridades tienen mucho que explicarle a la sociedad. “Siguen sin pronunciarse y Ciudadanos Hartos sigue pronunciándose y seguirá…”, recalcó.
Lamentó la precariedad con la que en la agricultura los jornaleros manejan los plaguicidas. “Ellos mezclan distintos (plaguicidas) en una sola aplicación y meten pesticidas, fungicidas, inclusive hasta los fertilizantes. No hay cultura”, dijo.
Por si fuera poco,indicó, los envases vacíos son utilizados en casa para almacenamiento, cuando se sabe que son veneno y deben ubicarse en contenedores de reciclaje.
“La seguridad de los jornaleros es nula, están en contacto, están respirando y cuando se llevan la ropa, se respira en casa”, expuso Reyes Montiel.
Texto: Jesús Gómez
Fotos: Cortesía
