Centroamericanos no se rinden y están cerca de dejar Guatemala

La nueva caravana de migrantes centroamericanos, mayoría de ellos hondureños, se encontraba ayer aguardando su paso a México, en la frontera guatemalteca de Tecún Umán, en el departamento occidental de San Marcos.

Los primeros integrantes la caravana arribaron ayer al río Suchiate que divide Centroamérica de Norteamérica para comenzar con las diligencias y registros para documentar su ingreso a México y solicitar asilo en dicho país.

Alrededor de un centenar de personas avanzaban a lo largo de una disciplinada hilera humana, tal y como ordenó el personal del Instituto Nacional de Migración de México, que ya está entregando las primeras tarjetas con finalidad humanitaria, documento que otorga el acceso a empleo y servicios de salud básicos en territorio mexicano.

La dependencia gubernamental indicó que acelerará el trámite de las tarjetas, tratando de que se resuelvan en 5 días en lugar de en los 30 que suele demorarse habitualmente.

En el parque de Ayutla, San Marcos, a un kilómetro de distancia del puente que atraviesa el río, había al mediodía de ayer unas 300 personas, misma cantidad que los migrantes haciendo fila para poder ingresar a territorio mexicano.

Acan-Efe constató que las autoridades migratorias permitían el paso en grupos de cinco personas o por núcleos familiares.

Sentada, rodeada de su esposo e hijos de tres y un año de edad, Michelle Martínez (25) realizaba una videoconferencia con sus padres, les contaba del viaje y de cómo habían sido atendidos en un centro de Salud en Guatemala, donde le entregaron a la familia unas medicinas.

Sus padres viven en la ciudad de la que partieron: Comayagua, Honduras, contó Martínez, mientras descansaba del fuerte sol y a la espera del siguiente grupo de migrantes que aún estaba en camino, unos ya en territorio guatemalteco, otros a la espera de pasar la frontera de Agua Caliente, Honduras.

Contó que la noche del martes le cayó a ella, a su esposo, de 30 años, y a sus hijos gases lacrimógenos ya del lado de Guatemala, cuando estaban durmiendo, pero nada que tuviera repercusiones de salud.

Ahora sólo buscan las fuerzas para seguir un largo camino pues la caminata por México apenas iniciará en las próximas horas.

Adelante, sobre el puente, Rodrigo, un señor de 54 años, hacía fila para pasar de San Marcos a Ciudad Hidalgo, en el estado mexicano de Chiapas.

“Dicen que en México solo entran para que los regresen en bus a Honduras”, contó un preocupado Rodrigo, que ya intentó llegar a EE.UU. en la primera caravana de octubre de 2018, pero fue detenido en la frontera estadounidense y lo regresaron deportado a Honduras. Su anécdota se pierde entre los gritos de cinco chicos que llegaban al puente gritando “¡Fuera JOH! ¡Fuera JOH!”, en alusión a su desacuerdo con el presidente hondureño, Juan Hernández.

Texto y foto: Agencia

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