Chiapanecas dejan pérdidas del 60% a comerciantes

 

Aunque no se tiene una cifra  exacta de cuántas mujeres de origen chiapaneco venden sus productos en la calle, es notable su presencia en el primer cuadro del Centro Histórico de Mérida.  Mientras que para los turistas es una actividad que no causa molestia, para los comerciantes establecidos resulta un duro golpe para su economía.

“Las chiapanequitas” es para los comerciantes lo mismo que los enganchadores para los turisteros, un verdadero dolor de cabeza que crece cada día más.

Durante un recorrido por el primer cuadro de la ciudad fue notable la presencia de este tipo de vendedoras ambulantes que, a pesar de ser “correteadas” por los pocos inspectores del Ayuntamiento, logran escabullirse a las fueras de los hoteles, restaurantes y comercios para ofrecer sus productos.

Es común ver a las mujeres con su traje típico cargadas con blusas bordadas, así como accesorios como aretes que son expuestos a la vista de los transeúntes.

Si su presencia es notable en la llamada temporada baja, en las vacaciones de invierno han aumentado hasta en un 50 %.

Pequeños grupos caminan por las calles ofreciendo sus productos a propios y extraños, que cautivados con la creatividad ven una buena opción de compra.

PÉRDIDAS

Según la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (Canaive) esta actividad genera una afectación directa del 60 por ciento, por lo que han buscado, de manera desesperada, el apoyo de las autoridades municipales para frenar una “bola de nieve”; sin embargo, no hay acciones concretas ante la falta de inspectores.

—Hemos hecho los reportes correspondientes, específicamente con la Subdirección de Mercados, y nos comentan que los inspectores poco pueden hacer porque están aleccionadas. Apenas se acercan, las mujeres gritan ante los turistas —expresó el titular de la cámara, Pedro Góngora Medina en su momento.

La desesperación es tal que la cámara ya preparó una propuesta para incorporarlas a laborar en las tiendas de ropa, sea en mostrador o elaborar prendas a fin evitar una mayor afectación a la industria del vestido.

Como se sabe, unas personas traen a estas artesanas, quienes debido a que en sus lugares de origen por el desempleo que hay o el bajo sueldo que les dan es una buena opción para que pasen de la pobreza extrema a pobreza.

Texto: Jesús Gómez

Fotos: Cortesía

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.