Chivas, de lo heroico a lo ridículo

La campeonitis es un mal más común que la gripe en el fútbol mexicano, y parece que a Chivas lo dejó en cama.
Luego de conseguir sólo 9 puntos de 36 posibles en el presente campeonato, producto de una sola victoria, 6 empates y 5 derrotas, el cuadro tapatío tendrá que olvidar por ahora las expectativas que generó su duodécimo título de liga en el Clausura 2017 y concentrarse nuevamente en la realidad, en la que se encuentra fuera de toda posibilidad de entrar a la “fiesta grande”.

La presión y el peso de ser el campeón reinante fue demasiada para un plantel lleno de jugadores que, si bien tienen calidad, estaban más acostumbrados a sobrellevar panoramas adversos (como en la lucha por no descender), y que no supieron lidiar con el éxito y la responsabilidad que conlleva defender la corona… y más si formas parte de Chivas.

La rueda de prensa en la que apareció el pastor del Rebaño, Matías Almeyda, junto con futbolistas del plantel, de la talla de Alan Pulido, Jair Pereira, Rodolfo Cota, Isaac Brizuela y Oswaldo Alanís demostró que el plantel está a muerte con su entrenador y que el problema del club no pasa por un equipo fragmentando, sino que simplemente no han tenido la capacidad ni el poder para sacar puntos valiosos en sus partidos.

El fracaso en esta temporada es inminente y todos en el club (sí, hasta usted, señor Higuera) deben asumirlo como tal.
Un equipo que tiene futbolistas con calidad de exportación y que pretende volver a ser la base de la Selección Mexicana no puede dar una de cal por una de arena, pues siempre debe competir por los primeros planos, tal como lo hizo el América, su acérrimo rival, hasta el torneo pasado, en el que no lograron calificar a la liguilla.

Es precisamente al Ave de Coapa al que Chivas enfrentará este miércoles en el Clásico Nacional, compromiso al que llega más como víctima que contendiente.

En este juego, los rojiblancos podrían recibir el tiro de gracia en caso de perder (y depende de cómo lo hagan), o si ganan, tener un momento decoroso para quitar un poco de la neblina que les empañó toda la temporada.

No queda de otra. Chivas tendrá que olvidarse de las promesas que no cumplió y comenzar de nuevo, reforzarse con quien lo tenga que hacer o, mejor aún, promover correctamente el talento de la cantera, ya que el equipo se mantiene en pie por las contrataciones de Rodolfo Pizarro o Alan Pulido, pero son los jóvenes quienes tienen que levantar la mano para que el conjunto tapatío renazca.

De la Copa MX ya ni hablamos. Todos sabemos que es un trofeo patito, tan patito, como el torneo de liga que hizo Chivas.

 

Por Martín Arias Márquez *
martin_ariasm@hotmail.com

* Licenciado en Comunicación Social y editor en Punto Medio. Apasionado de los deportes y de la pluma.

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.