Por Arturo Pérez
Tercer torneo consecutivo que Guadalajara se queda sin liguilla. Dos bajo el mando de Matías Almeyda y uno con Saturnino Cardozo. En defensa del argentino se puede decir que no le reforzaron la plantilla como él quería, mientras que en el caso del paraguayo, él llegó a un plantel partido, incompleto y que pedía refuerzos a gritos.
Pasó el primer torneo de Cardozo, y a pesar de que no clasificaron a liguilla, los resultados no son tan malos, a decir verdad, son un poco positivos para el plantel que tiene y para las limitantes con las que cuenta. Y no, no tiene que ver con que los mexicanos se vendan caros, es por una pésima planeación deportiva.
Cualquiera pensaría que después de la mini crisis en la que estuvo Chivas luego de ganar el título de 2006, sería suficiente para que Jorge Vergara no cometiera los mismos errores. Sorpresa, después de ganar el título ante Tigres hicieron lo mismo; no se reforzaron, vendieron jugadores y peor aún, corrieron por la puerta de atrás al entrenador que los salvó del descenso y que les dio la etapa más ganadora en la historia de Jorge Vergara.
Se supone que el mandamás ya recuperó su dinero y que los refuerzos bomba regresarán este verano. Ojalá que Amaury Vergara no sea como su padre, en el aspecto de ilusionar a la afición, sobre todo porque a como van las cosas parece que no falta mucho para revivir lo que pasó hace un par de años con el descenso.
