PROGRESO.- En el puerto de Progreso la contingencia por el coronavirus COVID-19 ha sido un fuerte golpe para la economía, puesto que la pandemia ha afectado importantes motores económicos locales, como la pesca y el turismo.
Por muchos años la pesca ha sido la principal actividad en el puerto, aunque poco a poco el sector turístico comercial ha ido ganado más terreno, siendo una pieza importante para la economía.
El coronavirus sin embargo ha afectado ambos rubros, por lo que la economía local se podría estancar.
Antes de que iniciara esta pandemia la pesca en general ya estaba pasando por duros momentos, debido a las vedas del mero, langosta y pulpo, por lo que se esperaba que en el mes de abril tuviera un respiro con la apertura de la pesca del mero; no obstante, muchos empresarios del rubro consideran que la apertura de la temporada se podría atrasar debido a la enfermedad, de ser así, la economía en el puerto se verá afectada ya que pescadores y empresarios pesqueros no tendrían dinero y no circularía en el puerto.
Parte de estas afectaciones ya se ven en el puerto de abrigo, donde muchas embarcaciones están asentadas. Durante los tiempos de veda estarían siendo reparadas y recibiendo mantenimiento en los astilleros; sin embargo, al no haber el dinero suficiente, muchos de estos trabajos no se llevan a cabo, lo cual también afecta a carpinteros, aluminieros, entre otras personas.
Por otro lado, el sector turístico también reporta afectaciones con la cancelación de arribos de cruceros, el cierre de playas y malecones comercios, lo cual se refleja tanto en hoteles, restaurantes y el mercado de artesanías, así como en los vendedores ambulantes, puestos semifijos, masajistas, palaperos, entre otros, cuyas ganancias han disminuido drásticamente.
Tan solo en los restaurantes se observa esta situación, ya que en la época de cuaresma mayormente los restaurantes del puerto reciben gran cantidad de clientes, sin embargo ante la contingencia sanitaria, los comensales son casi nulos y muchos restaurantes del malecón han cerrado sus puertas temporalmente.
Texto y foto: David Correa
