El principal problema del campo yucateco es la corrupción, porque es lo que provocó que desaparecieran organismos como Banrural, y que haya otros que hoy en día no funcionen como deben, así lo señaló el presidente del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Yucatán, Lorenzo Alvarado y Sosa.
En el marco de la celebración del Día del Ingeniero Agrónomo, su presidente manifestó que tienen como misión recuperar los espacios perdidos y la importancia de su profesión en el desarrollo del campo, el cual fue decayendo su producción, debido principalmente a la corrupción en el manejo de los recursos.
“Muchas de las instituciones que eran soporte del apoyo al campo han desaparecido como son Banrural, la Asociación Nacional Agrícola y Ganadera, los Almacenes Nacionales de Depósito, Conasupo, entre otras. Todas ellas desaparecieron por corrupción, sin embargo esas dependencias no fueron sustituidas por otras y allá trabajaban muchos agrónomos”.
“La corrupción hay que combatirla porque todavía existe y es incluso más agresiva que antes; entonces la solución no era desaparecer estas instituciones, sino combatir la corrupción en esas dependencias”.
Puso como ejemplo la actual Financiera Rural, la cual no cumple con todas las necesidades que tienen el campo, e incluso las reglas de operación de esta dependencia son más agresivas para el campesino, tanto que parece un banco privado.
“Realmente hay condiciones que los campesinos no pueden cubrir como la tenencia de la tierra, las garantías que tienen que dejar. Antes Banrural daba crédito, pero ahora la Financiera ha endurecido sus reglas de operación disminuyendo su radio de acción y a la cantidad de personas que puede apoyar”.
Del mismo modo aseguró que de los más de mil 300 agrónomos yucatecos que se encuentran en el padrón estatal, la mitad de ellos se encuentran sin trabajo, y 500 están en el sub empleo, dedicándose a otras actividades que no corresponden a su profesión.
Además los pocos que tienen trabajo, lo hacen bajo sueldos miserables que no pasan los 5 mil pesos, lo que genera que también las pensiones sean también raquíticas, no pasando de los 4 mil pesos.
–Roberto Ojeda
