El cáncer de pulmón es una de las principales causas de muerte en todo el mundo, el cual requiere de quimioterapias o radioterapias para combatirlo.
Sin embargo, una opción terapéutica ha sido creada en Cuba: una vacuna que impide el crecimiento de las células cancerígenas no pequeñas.
Desde 2011, en Cuba está disponible la vacuna conocida como Cimavax, la cual ataca a la proteína conocida como factor de crecimiento epidérmico (FCE) que permite que las células del cáncer pulmonar se reproduzcan.
La vacuna estimula al sistema inmunitario para que genere anticuerpo que se unan al FCE, lo que evita el desarrollo del cáncer. Paraguay, Perú, Colombia y Bosnia-Herzegovina, también tienen acceso a la vacuna.
Comenzó la investigación en Estados Unidos
Debido a la efectividad de la vacuna, el gobernador de Nueva York, Andrew M. Cuomo, anunció en octubre de 2016 que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), autorizó realizar un estudio clínico sobre el Cimavax. Esta ha sido la primera vez que la Revolución cubana aprobó participar con una empresa estadounidense.
El único inconveniente es que el estudio puede tomar años, algo que los estadounidenses no están dispuestos a esperar. Por ello, muchos viajan a Cuba a adquirir la vacuna.
Durante años, cientos de estadounidenses han adquirido Cimavax y han contrabandeado una gran cantidad en loncheras refrigerantes, a veces incluso sin avisarles a sus médicos.
“No hay duda de que sin esta medicina ya estaría muerto”, declara Mick Phillips, de 69 años, de Appleton, Wisconsin, que visitó Cuba en 2012.
Los estudios de Cimavax
Incluso con la experiencia de Mick y otros pacientes que han asegurado tener una mejoría desde que toman Cimavax, los estudios de la vacuna revelan que el beneficio es modesto en general.
El último estudio realizado a los pacientes que recibieron la vacuna después de la quimioterapia, reveló que vivieron sólo de tres a cinco meses más que quienes no la tomaron.
Asimismo, se encontró que los pacientes que recibieron la vacuna y tenían concentraciones elevadas de FCE en sangre vivían más tiempo.
Aún así, miles de personas siguen viajando a la isla para obtener la vacuna, aunque no la declaran en la aduana, pues no está permitido importar medicamentos, además de que no pueden viajar a Cuba por atención médica.
Todo comenzó en 1990
Los desarrolladores de Cimavax comenzaron su trabajo en 1990 impulsados por las altas tasas de cáncer pulmonar en su país.
Tras realizar estudios, encontraron que inducir una respuesta inmunitaria contra el factor de crecimiento epidérmico en pacientes con tumores avanzados, podría ser la solución.
El Dr. Kelvin Lee, jefe de inmunología en Roswell Park, quien ha estado colaborando con científicos del Centro de Inmunología Molecular de Cuba desde 2011, declaró que la esperanza es que la vacuna pueda utilizarse en otros tipo de cáncer como el de cabeza y cuello, además de que se espera pueda prevenir la enfermedad.
Fue en 2011 cuando la vacuna estuvo lista y se empezó a administrar a los pacientes de forma gratuita. En total, 4000 personas de todo el mundo se han beneficiado.
–New York Times
