Desilusiona la decisión del papa sobre el celibato

La propuesta de que la Iglesia católica ordene como sacerdotes a hombres preferentemente indígenas, aunque estén casados, en aldeas amazónicas remotas no va a ser quemada en una hoguera ni colocada en un cajón, según los obispos de Brasil. “Este tema deberá ser trabajado ahora con el papa, en las instancias de la Santa Sede. Será retomada”, declaró en Brasilia el relator del sínodo de la Amazonia, el cardenal Claudio Hummes. Pero la respuesta del papa Francisco, detallada en 33 folios, no era la que los católicos amazónicos deseaban. Hay decepción en la menguante comunidad.

“Esperábamos un poco más. Principalmente respecto a cuestiones como que la Iglesia esté más presente”, explicó desde Boa Vista, en Amazonia, Marcia Oliveira, que participó en el sínodo como experta. Para esta socióloga “es una falacia hablar de interiorización de los misioneros, cuando ni siquiera hay suficientes para llegar a las periferias de las ciudades”. Lamentó sobre todo que el Pontífice haya perdido una ocasión histórica de traer propuestas concretas de participación más justa de las mujeres, en referencia a las diáconas. “La respuesta definitiva y valiente a la precaria presencia de la Iglesia en la zona no ha llegado”, aseguró el misionero español Luis Miguel Modino, quien a sus 49 años ha dedicado los últimos cuatro años a las obras misioneras en la región, principalmente en zonas indígenas.

El obispo de Cruzeiro do Sul, el italiano Flavio Giovenale, afirmó que confía en que el papa responda con medidas concretas en los próximos meses a las propuestas porque, recalcó, el documento de ayer miércoles “deja muchas pistas abiertas y no responde siquiera a las propuestas más fáciles”. Sí se declara sorprendido por la afirmación de Francisco de que el documento se dirige a todo el mundo, no solo a Amazonia.

Desde São Gabriel da Cachoeira, la diócesis más indígena de Brasil, el católico Denis Gama da Silva, indígena tucano, recalcó: “Creo que si ellos vivieran aquí estarían a favor (de ordenar hombres casados y mujeres diáconas) porque dependemos de gente de fuera para tener padres”. A la escasez de vocaciones católicas se une la pujanza de las Iglesias evangélicas en la Amazonia. Llegan a las comunidades y en pocas semanas o meses tienen pastores o pastoras locales instalados sobre el terreno, predicando y ayudando a la comunidad. La Iglesia católica, en cambio, exige el celibato y amplios estudios para ordenar sacerdotes.

Texto y foto: Agencias

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