Por Eutimio Castro
Con la llegada de dispositivos móviles y el avance de la tecnología en los mismos, desde hace algunos años padres jóvenes utilizan estos dispositivos para poder mantener distraídos a sus hijos, pues ahora con una sociedad más ocupada ambos padres trabajan más de 12 horas, y es muy fácil otorgar un celular o una tableta para entretener al hijo.
Es muy normal ver esta actividad en cualquier parte de la ciudad, ya sea en un parque, camión, hogar, automóvil o plaza comercial ver a niños menores de 5 años jugando con teléfonos móviles de sus padres o tabletas, pero, ¿acaso ellos sabrán del grave daño que les hacen a sus propios hijos?.
La cantidad de tiempo que los niños pasan frente a las pantallas no ha cambiado mucho, pero la forma en el que los menores usan la tecnología sí.
Pues, cuando éramos pequeños pasábamos bastante tiempo frente a un televisor, pero también nuestros padres se preocupan por inculcarnos alguna actividad recreativa, ya sea el deporte, juegos didácticos, ir al parque o simplemente salir a caminar.
Los tiempos han cambiado, los padres no trabajaban tantas horas y tampoco había muchas opciones digitales, pero las necesidades de los niños son las mismas, tener una actividad donde no solo pasar horas encerrado, acostado o sentado, privándose de las cosas que existen fuera de cuatro paredes.
Muchas veces vemos y celebramos que nuestros hijos puedan manipular con tanta facilidad un dispositivo móvil, están fácil desbloquearlo, buscar su aplicación o juego favorito y pasar horas encerrados en un mundo digital, pero en realidad ¿debemos celebrarlo o preocuparnos?. Según un estudio, presentado en la Reunión de Sociedades Académicas Pediátricas 2017, cuanto más tiempo pasen los menores de hasta 2 años frente a la pantalla más aumenta la probabilidad de que tengan retrasos en el desarrollo del habla.
Pero eso no es todo, también la cercanía a sus ojos afecta su vista, pues en un par de años un tercio de la población mundial de niños y adolescentes padecerá de miopía debido al abuso y permanencia frente a pantallas de smartphones, tabletas o consolas, estamos ante un terrible fenómeno de una niñera malvada que a corto y largo retraso perjudica el revolvimiento y crecimiento normal de nuestros hijos.
