La temporada de ciclones ya está dando sus primeros avisos. La tormenta tropical Claudette provocó el sábado inundaciones y tornados, que dejaron un saldo de al menos tres heridos y más de medio centenar de viviendas dañadas, antes de degradarse a depresión tropical sobre el sureste de Estados Unidos. Al otro lado, en el Pacífico, la tormenta tropical Dolores impactó ayer en los estados mexicanos de Colima y Michoacán, en la costa del Pacífico, informó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
Aunque el pronóstico indicaba que Dolores tocaría tierra a las 13 hora local, la llegada del ciclón se adelantó a las 10, notificó el organismo de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Los fenómenos naturales propios de esta época, por más que habituales, entrañan enormes peligros en las zonas en las que se desarrollan, singularmente en los territorios más pobres, donde la población no tiene recursos para protegerse y hacerles frente, por lo que, en ocasiones, dejan una estela de escasez y miseria que se extiende mucho más allá del debilitamiento del ciclón. El año pasado, poblaciones enteras de El Salvador y algunas de México se vieron fuertemente impactadas por estos ciclones.
Texto y foto: Agencias
