Debido a varias diferencias entre dos mujeres habitantes del fraccionamiento Cipreses, varias unidades de la policía municipal, acudieron al citado conjunto habitacional, debido a varias llamadas solicitando la policía, ya que dos familias encabezaron una batalla campal.
Los hechos ocurrieron a las siete de la noche. La central recibió la llamada de una persona quejándose de un vecino que tenía su equipo estereofónico a todo volumen.
Al acudir las unidades de la policía municipal y estatal se dieron cuenta de que el problema ya había derivado en uno mayor al estar enfrentados los involucrados en el caso haciéndose de palabras y reclamos.
Quejas por un muro, propiedad de una de ellas y agua del lavado de la otra que cae en el patio de la primera, entre otras cosas. Al final, ambas se enojaron por la presencia de la gente y de los medios de comunicación que habían llegado, atraídos por la inusual movilización policíaca y el pleito protagonizado por estas singulares “damas”, que pedían no ser famosas ya que en el caso de una de ellas “están mis niños aquí y veo que me están tomando fotos”.
Al final, cada una se retiró a su lugar después de causar tanto revuelo y que, para variar, no se llegó a ningún acuerdo entre las partes beligerantes. Los policias también hicieron lo propio.
Es del dominio público lo sucedido en este fraccionamiento en días pasados, por lo que los vecinos habían solicitado mayor vigilancia policíaca. Es por esto que, en esta ocasión, la policía prestamente se presentó ante la solicitud de auxilio.
En dicho llamado se contó incluso con la presencia del subdirector de seguridad pública, quien al darse cuenta de la situación decidió la retirada del convoy policíaco.
Texto y foto: Edmundo Hernández
