EDITORIAL

¿Qué le pasará por la cabeza a Joaquín Díaz Mena en este momento? ¿Estará de acuerdo con las políticas que está llevando a cabo el presidente Andrés Manuel López Obrador con el tema del coronavirus?

Estas preguntas salen a relucir después de las críticas que se ha llevado el delegado del Bienestar en los últimos días al reunir a varias personas en diferentes municipios del estado para otorgar los apoyos a nivel federal, lo que ha puesto en peligro de contagio por el riesgo que implica el coronavirus.

Y es que hace apenas dos años él era un panista que, por un interés político, se cambió al partido al que veía con las mayores oportunidades de quedar ganador en la elección a nivel nacional. Y en un momento la apuesta pareció acertada por haberlo nombrado como “superdelegado” y encargado de los programas sociales.

Pero él mismo debe saber (se lo han hecho saber en varias ocasiones) que en Morena no lo quieren porque lo consideran ajeno a su movimiento y que en realidad han buscado la manera de hacerle la vida imposible. Por eso sale la pregunta: ¿En realidad Joaquín Díaz Mena confía en lo que hace el presidente? ¿O está tratando de parecer disciplinado porque cualquier paso en falso lo puede sepultar?

A nadie le gustaría estar en sus zapatos.

 

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.