Editorial

Ayer fue aprobado por la Comisión de Presupuesto Patrimonio Estatal y Municipal del Congreso del Estado el proyecto del dictamen de la reestructuración del crédito por el proyecto de prestación de servicios del Gran Museo del Mundo Maya.

Sin embargo, y a pesar de lo repudiada que es esa obra y lo que significa para todo el estado, todavía hay legisladores que se atreven, no a defenderla porque esto sería inaudito, pero sí a dudar de las intenciones de reducir los montos del pago de la mensualidad.

¿Acaso piensan los legisladores del PRI que con el nuevo acuerdo nos puede ir peor de lo que ya estábamos con el acuerdo actual? ¿Será que piensan que el Gobernador pretende pagar todavía más dinero mensualmente o reestructurar un crédito para que nos vaya peor?

Hay que entender una cosa: el daño al patrimonio estatal ocasionado por el GMMM es terrible, y cualquier cosa para mejorarlo vendría bastante bien, así que por favor dejen la política para otro momento y sean un poquito más sinceros con relación a este problema.

Es verdad que fue una gobernadora priista la que cometió el error de patrocinar esta obra en los términos en los que lo hizo, pero sería mucho más justo en este momento que contribuyan a la manera de limpiar un poquito el desastre ocasionado hace nueve años y no ensuciar aún más el tema.

Hay que tomar estas oportunidades para sanear, al menos en un poco, las finanzas públicas del estado. Para esto deben dejar de ver el 2021 y pónganse a reparar lo que ocurrió en el 2011.

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