Editorial de Peninsular Punto Medio

Preocupante el tema de las vacunas falsas que fueron administradas a mil trabajadores de la maquiladora Karim’s en el estado de Campeche, ya que tienen muchas repercusiones desde varios ángulos.

De entrada, se trata de un grave problema de salud a nivel federal, ya que estas falsas dosis entraron a territorio nacional sin que la autoridad competente se hubiera dado cuenta. No hay que olvidar que si bien hubo un cargamento decomisado, ya habían pasado muchas otros biológicos por las aduanas.

Luego nos encontramos que, al engañar a la gente, se está corriendo doble riesgo, ya que por un lado se juega con la credibilidad de las vacunas, y por el otro se le hace creer a la población que ya es inmune, cuando no es así, poniendo en un alto riesgo su vida y la de los demás.

En tercera instancia también es necesario averiguar qué fue lo que se les inyectó a los campechanos y que esto no represente un riesgo para su salud.

No se puede concebir que haya gente que quiera lucrar de esta manera con la pandemia. Esto es todo lo contrario a la solidaridad que debe de existir en el mundo, ya que nos encontramos con egoísmo y una ambición desmedida incluso en tiempos de necesidad y de crisis.

No se vale que esté ocurriendo esto, los responsables deben recibir todo el peso de la ley, porque se lo merecen. No se vale jugar con la esperanza de las personas.

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