El chavismo se hace con el control de todas las instituciones de Venezuela

El oficialismo recupera el control de la Asamblea Nacional que había perdido en 2015

El chavismo recuperó el martes el control de la Asamblea Nacional de Venezuela que había perdido en 2015. Las elecciones legislativas de diciembre, rechazadas por la inmensa mayoría de la oposición y cuestionadas por las principales instancias internacionales, dieron a la coalición de partidos que respalda a Nicolás Maduro más del 90% de los 277 escaños. Y pese a que esos comicios registraron una abstención de casi el 70%, según datos oficiales, el aparato político del Gobierno domina ahora en la práctica todas las instituciones del país. La Asamblea Nacional era la única que permanecía en manos de las fuerzas antichavistas y estaba liderada por Juan Guaidó. El dirigente opositor trató, sin embargo, de mantener el pulso a Maduro y tomó posesión como presidente de una Cámara paralela, considerada por sus seguidores como la auténtica Asamblea Nacional.

Lo ocurrido en Venezuela con el comienzo de la legislatura profundiza el grave conflicto político y no resuelve la crisis institucional que ha convulsionado el país. Supone una vuelta de tuerca más en la consolidación del régimen, cuyos portavoces presumieron de haber logrado resistir una enorme presión interna y externa. En la primera sesión del nuevo legislativo ha quedado electa de inmediato su nueva mesa directiva. Jorge Rodríguez, hombre clave del Palacio de Miraflores con influencia en Maduro, y hasta octubre ministro de Comunicación, será su presidente. Los dos vicepresidentes son Iris Varela, una de las figuras más radicales del chavismo, que ejercía hasta el momento como Ministra de Asuntos Penitenciarios, y Didalco Bolívar, un político veterano, gobernador del Estado de Aragua en los años noventa, cercano a Maduro y padre de la dirigente opositora del partido Voluntad Popular, Manuela Bolívar.

Rodríguez lanzó una clara advertencia a los opositores, cuyos intentos de lograr un cambio político han fracasado una y otra vez. “Reconciliación sí, pero sin amnesia. Perdón sí, pero sin olvido. Hay crímenes que no pueden ser perdonados, hay crímenes que deben ser pagados”, afirmó Rodríguez, quien minutos después insistió: “No puede haber perdón con olvido, no puede haber reconciliación con amnesias. Se atrevieron a firmar un contrato donde aceptaban y le pagaban 200 millones de dólares a mercenarios para asesinar al presidente de la República”.

El dirigente hacía referencia a la fallida incursión marítima del pasado mes de mayo en la que participaron al menos dos antiguos miembros de las Fuerzas Especiales de Estados Unidos. Esa operación, en la que murieron al menos siete personas, fue el último y disparatado intento de un sector de la oposición de derrocar al régimen.

Texto y foto: Agencia

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