EL EDITORIAL

México registró poco más de 34 mil asesinatos durante 2019, con lo que se convirtió en el año más violento desde que comenzó el nuevo milenio.

De estos, mil 86 fueron catalogados como feminicidios, aunque hay estados como Guanajuato en donde apenas una de cada 5 casos de asesinato de una mujer es tipificada de esta manera, por lo que las cifras pudieran ser muy superiores a las que revela la autoridad.

Sacamos a colación este tema por las intenciones de la Fiscalía General de la República de eliminar la categoría de feminicidios como delito grave, ya que en palabras de su titular Alejandro Getz Manero, esto dificultaba la investigación, por lo que habría de reclasificarse.

Esto vino a levantar una polvareda importante, porque esto es por lo que han venido luchando las mujeres, que se visibilice el problema para que las autoridades tomen conciencia y acción.

Pero, por si fuera poco, el presidente Andrés Manuel López Obrador en una de sus mañaneras afirmó que se ha “manipulado” el tema del feminismo en los medios y que no quería que le voltearan su conferencia de prensa, en donde estaba anunciando sus 2 mil millones de pesos para su rifa sin avión.

El problema es que aunque él crea que su rifa sea más importante que los feminicidios, el número de mujeres asesinadas no está yendo a la baja, sino todo lo contrario, y lo dicen cifras oficiales, no sus enemigos políticos para desprestigiarlo.

Su declaración de “manipulación” en el tema del feminismo no es desafortunada, simplemente es inaceptable.

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