EL EDITORIAL

El maestro y cronista de la ciudad Jorge Álvarez Rendón nos dejó una expresión que nos dice de manera clara lo que representa el Carnaval para los yucatecos. Esa fiesta de color, alegría y también de convivencia familiar, que se encuentra muy arraigada sin importar en dónde se realice.

Es por eso que el cronista se encuentra bastante sorprendido por la decisión tomada por mil escuelas de tener clases el lunes y el martes de Carnaval, una tradición que, a decir de Álvarez Rendón, sufrirá un duro golpe si de verdad llega a consumarse ese “gigantesco disparate”.

Pero, ¿en verdad es tan grave? En estricto sentido el Carnaval nunca ha sido un día feriado, porque no se celebra en todo el país, y en el sureste es donde tiene mayor repercusión. Es algo parecido al Día de Muertos o la Semana Santa, días que son respetados por la tradición.

Y allí es donde tenemos la verdadera respuesta. Es importante porque forma parte de las costumbres del yucateco, las cuales a su vez conforman su personalidad y que esto nos lleva al final a su forma de vivir y de hacer las cosas. Esto al final desemboca en su amabilidad, la seguridad del estado y la calidad de vida que tanto presumen nuestras autoridades.

Por lo tanto, el que haya escuelas públicas que darán clases el martes de Carnaval representa un cambio a nuestro forma de hacer las cosas, las cuales seguro mucha gente rechazará al igual que Jorge Álvarez Rendón, y es posible que no les falte motivos.

 

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