Con base en la investigación del estudiante de la Universidad de Queensland, James Devin, publicado en la revista Journal of Physiology, la infinidad de beneficios que trae consigo el hacer ejercicio puede extenderse incluso hasta frenar el avance del cáncer de colon.
El chico de 23 años, integrante de la School of Human Movement and Nutrition Sciences, estudió los efectos del ejercicio en los sobrevivientes de cáncer colorrectal, a lo que dijo, “los aumentos en la capacidad cardiorrespiratoria se asocian con una reducción significativa en la mortalidad específica por cáncer”.
De acuerdo con James, en el informe se demuestra que 12 sesiones durante cuatro semanas de entrenamiento pesado y de intensidad moderada dan resultados significativos en la aptitud cardiorrespiratoria en aquellos que sobrevivieron al cáncer colorrectal.
Devin junto con sus colaboradores de la Universidad de Queensland y los investigadores de la Universidad de Waterloo, plantean que las sesiones cortas de ejercicio son tan importantes como aquellas que son constantes y de mayor duración para reducir el crecimiento de células cancerígenas en el colón.
Se concluye que el entrenamiento a corto plazo con intensidad alta es una intervención segura, factible y eficaz que da mejoras significativas clínicamente en la aptitud cardiorrespiratoria, también en la composición corporal para los sobrevivientes de cáncer colorrectal.
Texto: El Universal
Foto: Agencias
