Por Gabriel Ortiz
Si alguna canción pudiera describir el paso, no solo del León, si no el de todos los equipos en la liguilla del fútbol mexicano es este popular éxito de “Los Tokens”. Y es que una vez más la promesa de encuentros de gran nivel se ha quedado en las mesas de análisis de los comentaristas y las portadas de revistas, periódicos y portales web.
Hemos visto encuentros desabridos en el que los equipos se muestran alejados del nivel mostrado en el torneo regular. Sí, te hablo a ti León que duermes en tu jungla. Sin hacer menos al América, era claro que un encuentro entre ambas escuadras se inclinaba hacia los felinos, ya que el buen juego desplegado en el torneo, el cual los llevó a liderar la tabla y calificarse como primeros, ha desaparecido por completo.
Se han instalado en la final, es cierto; pero han perdido el partido ante una versión decadente del campeón vigente. No solo han perdido, han dejado dudas sobre su potencial ofensivo, su estructura defensiva y sobre el hambre que tienen de triunfar. En frente tendrán a un equipo poderoso pero mediocre, sobrado de talento y de sovervia en el campo y en el banquillo técnico, pero aun así poderoso.
El duelo de fieras resulta otra vez atractivo en el papel, pero si este León no despierta, un adormilado Tigre puede de un zarpazo arrebatarle la corona del rey de la selva. El francés Gignac suele ser la carta del triunfo para un equipo flojo como lo es el de Monterrey, que al carecer de toda idea en el campo, siempre cuenta con la genialidad de sus figuras para resolver los partidos.
La moneda está en el aire.
