Por Juan Esteban Méndez
Mae govannen estimados lectores, desde hace ya algún tiempo muchas cadenas de cine nacionales se han tomado la tarea de buscar los derechos de exhibición de varias películas que son grandes clásicos de la cinematografía, con la finalidad de proyectarlos en la sala de cine.
De esta actividad cuya periodicidad ha ido en aumento se puede rescatar dos cosas: la primera es que la audiencia hoy por hoy exige ver clásicos del cine en la pantalla grande, lo que habla muy bien de la cultura cinematográfica de las mismas y la segunda es que se ha convertido en un giro de negocio satisfactorio, ya sea proyectando películas de terror, películas que cumplen su aniversario o ciclos que celebran a un director en específico. Este nuevo interés de regresar a lo clásico en la pantalla mantiene la puerta abierta de mantener la memoria intacta de las películas que han inspirado a los cineastas de esta época que ahora presentan nuevas producciones.
Igual favorece una convivencia más fidedigna de la audiencia al permitir que padres e hijos por ejemplo vayan a ver películas y que ahora puedan revivir (o experimentar por primera vez) en la pantalla grande diferentes cintas icónicas.
Actualmente Cinemex presenta un ciclo de cine de terror con grandes clásicos y Cinépolis lo hará en noviembre volviendo a proyectar la gran mayoría de la filmografía de Alfred Hitchcock; ahora más que nunca tenemos la oportunidad de poder ver grandes películas en el formato que les vio nacer y hacer justicia a su legado.
