Por tercer día consecutivo se superaron los tres mil visitantes en Playa Bonita. Este soleado día fue aprovechado por familias que no quisieron arriesgarse a la pintadera y prefirieron las bondades del sol, la arena y las refrescantes olas.
Las decenas de vendedores que otros días inundaron el malecón, se dieron cita en la playa y pregonaron kibis, tostaditas de sesos, vasos de fruta, piñas preparadas, sombreros y hasta flotadores inflables. Por su parte los restaurantes establecidos vendieron la cantidad que quisieron a sus clientes.
Texto y foto: Agencia