“El espíritu de servicio de Jesucristo debe ser ejemplo para todos”, señala el arzobispo Gustavo Rodríguez Vega en un llamado a los nuevos servidores públicos durante la misa del domingo
AL CELEBRAR el domingo la misa pontifical en la Catedral, el Arzobispo de Yucatán, Monseñor Gustavo Rodríguez Vega, llamó a las nuevas autoridades de los tres órdenes de gobierno a ser servidores de los ciudadanos, a semejanza de Cristo, quien vino al mundo a servir a la humanidad.
“Dios ha establecido en su ley la importancia de amar y servir a los hermanos; por ello, las nuevas autoridades que asumirán sus cargos en los próximos días, como el nuevo Gobernador de Yucatán y el
Presidente de la República, deben ser los primeros en servir a los ciudadanos”, señaló el prelado.
Manifestó que el espíritu de servicio de Jesucristo debe ser ejemplo para todos los sectores sociales, pues una actitud déspota de los jefes y servidores públicos destruye la unidad de los grupos humanos.
“A veces se toman actitudes de prepotencia para hacerle saber a los demás que somos superiores. A los que son jefes en una empresa les iría mejor con sus empleados y subalternos, si los trataran con respeto en lugar de hacerlo con despotismo. Está comprobado que en una empresa donde se respeta a las mejores son las más exitosas”, indicó.
huellas de ternura
Por otra parte, el Arzobispo pidió a lo fieles orar por el éxito de la caminata “Huellas de Ternura”, la cual busca llamar la atención de las autoridades para que cese todo tipo de violencia en contra de los niños y niñas.
“La caminata Huellas de Ternura es impulsada por el Departamento de Justicia y Solidaridad del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), por la Cáritas Latinoamericana y por World Vision; es una campaña en favor de la no violencia contra los niños y de la educación con ternura; misma que iniciamos en mayo en la frontera entre Tijuana y San Diego, California, la cual ha ido de país en país para que el próximo año llegue hasta Argentina; ahora mismo se encuentra en República Dominicana”, manifestó.
Recalcó que es urgente que los gobiernos velen y garanticen el respeto a la dignidad de los niños y niñas, pero sobre todo evitar que más niños sufran la violencia de la pobreza, la guerra y el hambre; “la Iglesia defiende a la niñez, incluso antes del nacimiento porque muchas personas atentan contra los niños cuando aún están en el vientre materno”.
