Fieles desbordan su fe y devoción hacia la Morenita

Hoy 12 de diciembre se conmemora el aniversario número 487 de las apariciones de la Virgen de Guadalupe a San Juan Diego en el Tepeyac, y en la víspera, miles de fieles disfrutando del momento, se dieron cita desde temprana hora en su Santuario ubicado en el cruzamiento de las calles 50 por 69, en pleno centro de la capital yucateca, llenándolo de un colorido muy especial.

La emoción se sentía a flor de piel al escuchar continuamente los aplausos y gritos de ánimo que el público brindaba a los antorchistas que se acercaban ya a su objetivo, estar frente a frente a la imagen de la Morenita y recibir la bendición antes de continuar el retorno a sus lugares de origen.

Muchos de ellos recorrieron kilómetros y kilómetros sobre sus bicicletas, o a bordo de camionetas, camiones o simplemente corriendo, como aquella mestiza con su antorcha que a su paso por una caseta de vigilancia de la SSP, era animada por los oficiales para continuar con su recorrido, y que gracias a los adelantos de la tecnología se hizo viral en la red social Facebook.

En San Cristóbal, desde muy temprano, la policía municipal cerró las calles antes mencionadas y justo a las tres de la tarde se recibió la peregrinación de vecinos del Barrio de Dzibikak en Umán, y luego con intervalos de una hora llegaron los integrantes de la Alianza de Colonias, los empleados de conocido grupo de comunicación masiva, además de vecinos de las calles 71 y 75 del centro y de las colonias Morelos Oriente y El Roble, a las nueve y diez de la noche, respectivamente.

En esos momentos, llegó a rendirle un homenaje a la Madre de Dios un grupo de bomberos, quienes le agradecieron un año más de realizar tan riesgoso trabajo sin novedad que lamentar, acto seguido hicieron lo propio trabajadores del Instituto de Vivienda, que coincidieron con la entrada de antorchistas de Jardines de Mulsay, antes tocó el turno a los del rumbo de Xoclán, que fueron bendecidos en el atrio frente a las imágenes de la Guadalupana y Juan Diego, que ya lucían completamente rodeadas de flores y veladoras, mientras que ingresar al recinto era toda una proeza.

-Es algo muy bonito, ojalá que siempre mantengan en sus familias esa fe y el fervor hacia la Virgen María, manifestándolo a través de un acto devocional como lo es una peregrinación -dijo el padre Candelario Jiménez, momentos antes de oficiar la misa de la medianoche.
En entrevista con Punto Medio, habló de los grandes milagros de la Virgen, como el ocurrido en 1931 cuando en plena época de la persecución religiosa, alguien le tiró una bomba con el fin de destruir la tilma en la Basílica, sin lograr su objetivo.

-Ciertamente se dice que un Cristo de metal que estaba junto a la imagen voló, se dobló y a la imagen de la Virgen no le pasó nada, pero el milagro más grande es el de la gran fe que la Virgen ha suscitado, acompañando la fe en Nuestro Señor Jesucristo por parte del pueblo de Dios, que va peregrinando en toda América y más allá -recalcó.

En este sentido el religioso insistió en que el más grande regalo que la Virgen nos trae es crecer en la vida de familia además de mantener la unidad, ese es un gran milagro, subrayó el religioso quien invitó a los fieles a compartir la alegría de tener a una madre que nos acompaña, nos ama y nos llena de bendiciones.

Y en medio de las muestras de fe y devoción, en los alrededores del Santuario, como ya es costumbre, se aglomeraron numerosos vendedores de marquesitas, esquites y hasta de artículos religiosos, que se combinaron con los grupos parroquiales que se organizaron para recaudar fondos vendiendo toda clase de antojitos, además del ya tradicional chocolomo caliente.

Las misas se ofrecieron cada hora y después de la primera misa del día 12, estaba programada la actuación del pianista Iván Niquete, que en la tradicional serenata interpretó sus melodías a Santa María de Guadalupe a partir de la 1:30 de la mañana.

Texto: Manuel Pool Moguel
Fotos: Saraí Suárez

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