Fuerte impacto económico al comercio en pequeño

Consumo precario de la clientela y aumento de solicitudes de fiado.

Muy compleja es la situación por la que atraviesa el comercio en pequeño a partir de la crisis económica desatada por la pandemia de COVID-19 que, de acuerdo a la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), ha tenido por parte de la autoridad federal un manejo ineficiente y confuso.

Lo anterior ha traído como consecuencia que durante estos meses de contingencia, en todo el país, se vieran obligados a cerrar sus puertas 150 mil negocios de esta categoría, mientras que en Mérida, ante el descenso de sus ventas hasta en un 50 por ciento, la cuarta parte de los afiliados a la Cámara Nacional del Comercio en Pequeño (Canacope), un centenar, ya bajaron sus cortinas de manera temporal o definitiva.

Y mientras los dueños de tienditas y otros comercios en pequeño cierran por no poder pagar la renta de sus locales o el consumo de energía eléctrica, ante la falta de dinero derivado de la pérdida de las fuentes de trabajo o, en su caso, por la reducción del sueldo, el 80 por ciento de los clientes piden la mercancía a crédito en estos negocios.

Así lo indicó en rueda de prensa virtual el presidente de la Anpec, Cuauhtémoc Rivera Rodríguez, quien dio a conocer los resultados de una encuesta levantada hace unos días, y que da una clara idea de la crisis por la que atraviesa el sector, que experimenta a nivel nacional una disminución en el consumo de un 64 por ciento con respecto al año pasado.

“Desde antes de la pandemia ya había una tendencia a la disminución en el consumo por el encarecimiento de la canasta básica que en estos momentos en promedio ha aumentado hasta en un 80 por ciento, si tomamos en cuenta los 33 productos considerados”, dijo el líder nacional, quien recalcó que en estos momentos, los consumidores no buscan marca ni calidad, sino el precio más bajo, lo que va en detrimento de la nutrición y la salud.

Al respecto, el presidente de la Canacope en Yucatán, Jorge Cardeña Licona, destacó que en estos días los precios de productos de primera necesidad como frijol, azúcar y arroz de manera “pareja” pasaron de 18 pesos el kilo a 28 o 30 pesos en promedio, más del 50 por ciento de incremento.

En el caso del huevo, que a nivel nacional experimentó en promedio un alza del 68 por ciento en estos días de contingencia, en el caso de Yucatán se ha mantenido en 34 pesos el kilo al público, cuando en un momento dado se llego a vender en 40 pesos.

A toda esta situación, Cardeña Licona destacó que con la restricción a la movilidad derivada de la pandemia de coronavirus, por las noches se pierden dos horas de ventas. “Aunque seguimos cerrando a las 11, ya no viene la gente a comprar, cuando antes eran dos horas de mucha venta”, expresó el dirigente, quien destacó que además de las bajas ventas y los altos costos de energía eléctrica que agobian al sector se enfrentan a la creciente informalidad.

Fenómeno de apertura

En estos días se registró un fenómeno curioso respecto a que muchos jóvenes que se quedaron sin trabajo o que perciben ahora menos recursos económicos, para paliar la situación abrieron en domicilios sus pequeñas tienditas, mientras que muchas personas que vendían en los mercados, al existir muchas restricciones en ellos, optaron por llevarse sus mercancías a su casa y así ofrecen sus frutas y verduras de manera informal, lo que representa una competencia desleal para quienes pagan impuestos.

Cardeña Licona consideró que en estos días aumentó hasta en un 150 por ciento la informalidad, y calculó que hay unos tres mil establecimientos que se encuentran en estas circunstancias en todo el estado y que compiten con 17 mil pequeños comercios establecidos.

Ante este panorama, Rivera Rodríguez llegó a la conclusión de que para reactivar la economía primero debe de lograrse el control de la pandemia.

“Ahora se requiere de un mensaje de certidumbre del gobierno federal y dar mensajes claros a la población con respecto a temas como, por ejemplo, el uso del cubrebocas, ya que mientras una parte del gabinete lo usa, la otra no. Esa postura oficial confunde y genera desconcierto en la sociedad, que al no saber a quién creerle, le resta importancia al tema y se pierde el control”, comento´ el dirigente de la Anpec, quien resaltó que debido a esta situación que se replica en todos los temas de comunicación institucional del Gobierno Federal, el 60 por ciento de los encuestados ha optado por buscar otras fuentes de información diferentes a las oficiales.

La encuesta también reveló que, hasta el momento, a nivel nacional el 61 por ciento de los pequeños comerciantes no se ha beneficiado con algún programa social.

“Además de que los montos no son atractivos, los apoyos que dio el gobierno federal estuvieron relacionados con el padrón del IMSS y en este sentido hay que recordar que seis de cada 10 pequeños comerciantes no cuentan con seguridad social”, detalló el entrevistado, quien comentó que debido a estas razones a nivel nacional no se pudieron colocar dos millones de créditos.

Rivera Rodríguez consideró que “se necesita que nos den créditos que sean reales apoyos, acordes a sus necesidades, para poder salir adelante de esta compleja situación que ya costó la perdida de alrededor de medio millón de empleos al pequeño comercio”.

Con todo esto, afirmó que el mercado interno ha perdido durante la pandemia la cuarta parte de su valor.  “Estamos en un grave problema, porque dependemos de que EU invierta en México o nos compre, pero su economía ahora está paralizada por la pandemia”, manifestó el dirigente, quien finalmente dijo que los pronósticos son terribles en cuanto al crecimiento económico, ya que de acuerdo a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) será de -9 puntos porcentuales.

Texto: Manuel Pool

Foto: Cortesía

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