Por: Marcial Méndez
Con su estreno ya a la vuelta de la esquina, la expectativa en torno al episodio IX de Star Wars, The Rise of Skywalker, es tan alta como nunca. Los avances del largometraje prometen no solo un gran cierre para esta última trilogía, sino para la saga como tal. Con ambiciones de tal magnitud sobre la mesa, es razonable que los creativos detrás del filme estén preocupados por lograr una producción a la altura de lo que los fans esperan.
No sorprende, por tanto, escuchar rumores de que la producción de The Rise of Skywalker fue desastrosa. Ante la polémica desatada por The Last Jedi y el fracaso en taquilla del spin-off de Han Solo, es sensato imaginar a Disney entrando en modo pánico para producir un episodio IX seguro, sin riesgos y capaz de complacer a todos. Y quién mejor para eso que… ¿George Lucas?
Así es, uno de esos rumores es que el mismísimo Lucas tuvo que ser traído a bordo para arreglar una cinta aparentemente insatisfactoria. J.J. Abrams ha incluso afirmado haberse reunido con el creador de la saga durante la producción, aunque tampoco es algo que sorprenda, puesto que suena lógico que consulte a Lucas sobre su propia invención. De cualquier forma, no es descabellado imaginar al equipo Disney verdaderamente acudiendo a George por ayuda, especialmente con la cantidad de viejas caras y locaciones que han hecho acto de presencia en los avances de The Rise of the Skywalker.
¿Veremos las huellas de Lucas en el episodio IX? Si sí, ¿tendrán un efecto positivo en la película?
