El lugar, que se encuentra cerca de Cansahcab y Motul, tiene un conjunto de montículos mayas, el cual está cerrado al público en general
El sitio arqueológico de Ucanha en Yucatán ha sido poco explorado, pero ya hay vestigios relevantes que han sido restaurados por arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), como un mascarón de estuco del periodo preclásico tardío de la cultura maya (400 a.C. a 300 d.C., aproximadamente)
El Proyecto de Estudio y Conservación del Mascarón de Estuco de la Estructura 92 del sitio arqueológico Ucanha, ubicado en el municipio de Cansahcab, se realizó con el propósito de preservar el elemento decorativo de la arquitectura del periodo Preclásico Tardío, localizado por el Arqueólogo Jacob Welch de la Universidad de Yale, EU.
Los relieves de estuco, llamados mascarones, representan los rostros de individuos con rasgos particulares que pueden asociarse a deidades, o bien a personajes de prominente estatus social. Suelen flanquear las escalinatas de basamentos piramidales y decorarse profusamente con color.
Existen buenos ejemplos de estas representaciones en Tikal, Uaxactún, Cerros, Xunantunich, Kohunlich, Lamanai, y Calakmul en las tierras bajas del sur, y en Yucatán en los sitios de Acanceh, Izamal y Ucanha en las tierras bajas del norte.
El sitio arqueológico se encuentra cerca de Cansahcab y Motul, municipios a los que estaba unido por un sacbé (camino maya) y exactamente el mascarón está un área cercana a la actual ciudad de Motul.
Proceso
A finales de la temporada 2017 el elemento decorativo se reenterró temporalmente con la intención de resguardarlo apropiadamente y postergar su atención para el 2018. Se tomaron algunas muestras para realizar estudios arqueométricos y caracterizar al relieve de estuco, así como el estado de alteración que presentaba.
En el verano de 2018 se re-excavó y en estas excavaciones se aplicaron medidas emergentes de conservación que permitieron mantener en posición los recubrimientos y relieves de estuco, y consolidar lo mejor posible las áreas frágiles, recolocar las secciones que habían sufrido algún desplazamiento, realizar una limpieza general de la superficie, e intervenir todas aquellas áreas vulnerables. Al mismo tiempo se realizaron tareas de estabilización para evitar el secado de las superficies de revestimiento y decorativas para que no fueran fuente de evaporación de sales minerales solubles.
Los resultados de los estudios arqueométricos realizados facilitaron información relevante sobre estado de deterioro detectado, así como de la naturaleza de los materiales constitutivos y la técnica constructiva del elemento. Estos resultados fueron cruciales para la planeación de las actividades de conservación en el 2019.
Único en la región
El mascarón de Ucanha representa un elemento único en esta región, y su conservación y estudio además permitió la capacitación del personal del área de arqueología, contribuyó a la formación de especialistas en la conservación arqueológica, y representó una experiencia de preservación permanente que puede ser monitoreada desde la excavación y a futuro para determinar la eficacia del reenterramiento.
Asimismo, el INAH busca asegurar la preservación a largo plazo de un elemento que no debe exponerse, ya que el sitio arqueológico no está abierto a la visita pública y no cuenta con protección legal.
Cabe resaltar que aplicaron tratamientos de conservación y restauración entre 2017 y 2019 para estabilizar al mascarón.
Esto último consistió en la limpieza, la consolidación y reforzamiento de sus soportes, así como reposición de faltantes estructurales para asegurar su posición original.
Texto y fotos: Cortesía
