Hijo cristiano despoja de casa a su mamá

Con lágrimas escurriéndose en sus mejillas, por la impotencia de no saber qué hacer ante el intento de despojo de su propiedad por su propio hijo Silverio Cetina Cauich, Zenaida Cauich Hoil pide la intervención de alguna autoridad para ayudarla a no quedarse en la calle y que su vástago recapacite.

Incluso espera que algún dirigente de la congregación de los Testigos de Jehová a la que acude su hijo, interceda por ella, ya que esto es una injusticia y por religión ellos deben amar la justicia.

En la puerta del predio ubicado en la calle 40 x 63 y 65 de la colonia Santo Domingo doña Zenaida recordó que cuando vivía su esposo Silverio Cetina, su hijo nunca trabajó y dependía de su padre.

Tras el fallecimiento se acercó a su madre para convencerla que le otorgara una parte de la casa donde vivía su padre, a cambio le ofreció que se haría cargo de ella cuando se enferme, que tendría comida todos los días, así como ropa y calzado, es decir que nada le faltaría. Ante tal ofrecimiento accedió a la petición de su hijo.

Sin embargo todo parece indicar que al elaborar el documento y ponerlo a su nombre, no fue por una parte, sino por toda la propiedad que don Silverio y doña Zenaida lograron durante muchos años de trabajo, de donde ahora la están sacando.

Como se sabe, por precaución deben poner en usufructo, ya que de esta forma para realizar alguna venta los beneficiarios de esto no se les puede sacar, ya que primero tienen que garantizarles el lugar donde vivirán.

La afectada fue engañada ya que el ofrecimiento de que nada le faltaría, se convirtió en un martirio, pues en la tienda que puso Cetina Cauich en el tramo que le otorgaron, no le fían ni un peso que le falte al ir a comprar una cebolla o algún otro producto y para poder comer la señora tiene que acudir a los tianguis a vender ropa usada.

Dijo “que es más que un animal, no entiende”.

Texto y foto: Isauro Chi

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