Por María de la Lama
Yo le aplaudo al presidente la propuesta de que la corona española le pida perdón a México por los abusos de la conquista. Es más, una simple disculpa no compensa las atrocidades cometidas por los conquistadores: los mexicanos nos merecemos compensación material por las injusticias a las que fue sometido nuestro pueblo. El que olvida la injusticia, la justifica…
Y dado que el que olvida una injusticia la justifica, me parece una cuestión de deber moral recordarle al pueblo mexicano de los abusos que sufrió la población indígena de mi tierra, los mayas, en manos de unos tiranos más cercanos que los gachupines: los aztecas. Me parece ineludible la conclusión de que los yucatecos merecemos compensación económica por parte de los waches tanto como los mexicanos por parte de los españoles. Por eso propongo un impuesto al wach que sea transferido a los habitantes de la península yucateca.
No crean que me aprovecho del momento político para conseguir privilegios. Como prueba de mi honradez e imparcialidad acepto que lo recaudado por el impuesto al wach sea repartido también entre todos los demás pueblos indígenas que vivieron bajo el yugo Azteca… Todos menos los taxcaltecas; podrán haber sido las víctimas favoritas del imperio azteca, pero no podemos olvidar que fue gracias a su traición que las gachuipines lograron conquistarnos. El que olvida, justifica: a los tlaxcaltecas no les toca reparto.
