Influencers: cuando el medio se convierte en el fin

 

“Eso es lo que busca mi contemporáneo: los elogios, la fama, el dinero. Y puedo afirmar, después de haber visto su contenido, que está dispuesto a lo que sea con tal de lograr lo que se ha propuesto. Es algo que me preocupa: ¿qué se puede esperar de un individuo cuya prioridad reside en atraer la mayor cantidad de atención posible?”

 

Influencers: individuos con gran presencia en las redes sociales que, valga la redundancia, influyen considerablemente sobre el pensar de un gran número de personas. Vienen en todos los sabores y colores.

Si bien hay unos muy buenos que han alcanzado el éxito con un contenido tanto valioso como apasionado, hay otros que son todo lo contrario.

Apenas hace unos días me tocó escuchar a un conocido que aspira a ser youtuber decir: “Espero algún día ser así de famoso”, haciendo referencia a un video en el cual podía apreciarse una enorme fanaticada ensordeciendo con aplausos a quién sabe quién.

Eso es lo que busca mi contemporáneo: los elogios, la fama, el dinero. Y puedo afirmar, después de haber visto su contenido, que está dispuesto a lo que sea con tal de lograr lo que se ha propuesto.

Es algo que me preocupa: ¿qué se puede esperar de un individuo cuya prioridad reside en atraer la mayor cantidad de atención posible?

Alguien así sería capaz de manufacturar sus opiniones -ya sea para agradar o polemizar- con tal de maximizar su alcance, construiría juicios mediocres sobre temas que no le interesan, pero que acaparan la esfera de la opinión pública sin importarle el impacto que eso podría tener sobre aquellos a los que influye.

Le haría falta lo importante: corazón, pasión. Un interés genuino en abonar al progreso en el campo en el que uno decide influir: querer dejar su granito de arena, como bien se dice.

Sin eso, se es como un cero a la izquierda (o, peor aún, un número negativo), y mejor sería mantenerse callado.

Dicho todo esto, si bien el internet ofrece a todos sus usuarios la posibilidad de transformarse en un influencer, no todos pueden ni deben serlo. Se requiere vocación, y nosotros, internautas, debemos tanto exigirla como fomentarla.

Hemos de ser críticos al momento de producir y consumir contenido, siempre cuidadosos de fomentar aquel que verdaderamente vale, y de ignorar el que no.

Ya sea que estemos del lado de los influencers o de los influidos, es nuestra respuesta lo que da peso a aquellas voces que resuenan en la red de redes.

 

Por Marcial Méndez *
alexmendez2903_s14@hotmail.com

* Estudiante de Diseño Multimedia, posmoderno y fanático de vaporwave. Dice que es más formal que lo que la foto indica. Sí tiene novia.

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