Vaya indignación la que causó la postura del Juez Segundo de Distrito en el Estado, Rogelio Leal Mora, quien ha impedido por todos los medios cancelar la construcción de la cementera Fortaleza ubicada a unos metros de Flamboyanes, en Progreso. Incluso, denunció Margarita Cajún, desconoció actas de nacimiento de niños afectados por la obra e identificaciones oficiales de los mismos habitantes.
La pelea contra la empresa y el influyentismo que parece tener con el juez antes mencionado, se mantiene vigente en esta demarcación del estado. Hasta el momento, nada, ni las observaciones de la autoridad ambiental, ha podido frenar la obra.
Cabe señalar que la demanda cuenta con el número de expediente 1008/2019, la cual no se ha podido atender ante las largas que se han dado en el caso por parte del jurista; actuar que va en contra de los ubicados en el polígono industrial.
Apenas en septiembre se dio a conocer el revés a la queja presentada por los habitantes, a pesar de existir un dictamen de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y pruebas de fotos alteradas.
Ante esta situación, Margarita apuntó que la lucha es por el medio ambiente, pero también por la salud de las personas que ahí habitan, lo que parece de poca importancia para Leal Mora, ya que ha hecho todo lo posible para no otorgar la suspensión provisional y desahogar todas las pruebas. ¿La justificación? No acreditar el domicilio de los afectados, es decir, los niños.
“Nos pidieron las actas, las llevamos y nos salen que no está legible por lo que no podían aceptarlas. Luego, nos pidieron nuestras credenciales para certificar la dirección, pero tampoco se logró nada, solo posponer la audiencia. ¿Qué es lo que está pensando?”, cuestionó.
Tras una visita realizada por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) se constató la perforación de un tramo de suelo que hizo contacto con el manto freático. Acción, que no está contemplada, asegura, en su Manifestación de Impacto Ambiental. “Es ilegal y además daña las reservas de agua que son de todos los yucatecos, los mexicanos”.
Ante la situación, la dependencia ambiental antes mencionada clausuró temporalmente los ocho mil 200 metros cuadrados de la obra, lo que no le importó a la firma.
“Estas últimas semanas se ha dedicado a intentar sacar el agua con pipas, pero al ver que nunca lo lograrían taparon la fuga con escombro, cemento y diversos materiales altamente nocivos y contaminantes. Eso debe ser penado”, dijo.
Texto y foto: Jesús Gómez
