El tema de la megagranja de Homún se ha convertido de una muestra más de la negligencia con la que muchas veces actúan nuestras autoridades cuando se trata de beneficiar a algún grupo político.
Lo más increíble de todo es la facilidad que tienen nuestros funcionarios para hacerse de la vista gorda en temas coyunturales como son la contaminación del manto freático.
Es de llamar la atención como las delegaciones federales de la Semarnat, Profepa y Conagua han hecho de la vista gorda durante los últimos años y han manejado el tema de agua como una situación política, castigando a quienes les conviene hacerlo, e ignorando por otro lado a aquellos que en realidad pueden representar un peligro.
Que estas tres dependencias no hayan querido participar en el ejercicio organizado por el Congreso del Estado para tratar el tema de la granja de Homún ya dice mucho de su interés en el tema.
El que la Semarnat se atreva a decir que no tiene ninguna injerencia en esto es una tomadura de pelo para todos, principalmente cuando especialistas declaran que tiene todas las facultades y la obligación para hacerlo.
Acá el tema parece claro, a nuestras autoridades no les conviene que el caso de la granja llegue a instancias federales, ya que hasta allá no llegan las manos de los poderosos intereses que están involucrados y podría exhibir a nuestras autoridades locales, que han hecho del agua su discurso, pero nunca su prioridad.
