De acuerdo con el reporte de nuestro compañero Esteban Cruz Obando, que podrá leer en las páginas 10 y 11 de esta edición, al menos 170 de los 219 entes fiscalizados por la Auditoría Superior del Estado de Yucatán (Asey) tuvieron algún tipo de anomalía en sus cuentas públicas del 2017, según declaraciones del presidente de la comisión de Vigilancia de la Cuenta Pública del Congreso local, Alejandro Cuevas Mena.
Asimismo da a conocer el legislador que en el informe presentado por la ASEY se detectó que tanto las instancias estatales, los Ayuntamientos y los entes autónomos tuvieron anomalías, muchas de las cuales tendrán que explicar, por lo que solicitaron la presencia del auditor superior, Mario Can Marín, para que pueda explicarlas, esto el próximo lunes.
En el caso particular de los Ayuntamientos, de las 106 revisiones, en 57 municipios, el 53.8%, tuvieron salvedad, el 36.8%, 39 municipios, tuvieron cuenta negativa y 9.4%, unos 10, salieron “limpios”, entre ellos Mérida, Valladolid y Xocchel.
Un fenómeno que se da con cierta frecuencia en algunos ayuntamientos es la incapacidad de documentar y justificar adecuadamente las finanzas, lo que generalmente trae inconvenientes y problemas a la hora de pasar los procesos y filtros fiscalizadores.
A esto se les suman las participaciones que reciben y que en muchos casos no alcanzan más que para pagar nómina, pues hasta la energía eléctrica se queda a deber. Se agrega la dificultad de obtener ingresos propios, particularmente en los municipios pequeños en los que es frecuente que los ciudadanos se nieguen a pagar ciertos servicios, como el agua potable.
Y el tema de los laudos laborales es otro cantar…
Factores así abonan para la aparición de inconsistencias en las cuentas de los ayuntamientos, lo que se vuelve un círculo vicioso. Sin duda que los municipios requieren más apoyo para salir adelante.
