La Principal

Con frecuencia, los yucatecos encontramos mil y un formas de darle la vuelta a las responsabilidades, sobre todo si del comer o el beber se trata.
Como prueba, allí están los altísimos nivel de obesidad que nuestra estado enarbola sin que a muchos les quite el sueño.

Triglicéridos, colesterol o azúcar no representan una amenaza en nuestra cabeza porque siempre habrá, según nosotros, algún médico que nos controle los problemas en el último momento, a pesar de ser auténticos factores de muerte.

Así, ha llegado el momento de reconocer que no sólo el tabaco y el alcohol matan. Ya no basta dejar de fumar y moderarse con el trago para vivir sin riesgos.

La información del reportero Manuel Pool Moguel en torno a los males que la diabetes acarrea para hombres y mujeres es para reaccionar y tomar más en serio, hoy más que nunca, un padecimiento que no abandona jamás a quien lo contrae, pero que puede mantenerse a raya con medicamentos, ejercicio y una buena alimentación.

En ese sentido, es esencial reconocer que las autoridades han hecho un esfuerzo importante para concientizarnos sobre la importancia de tomar acciones, sin embargo, nada de esto sirve si nosotros, usted y yo, tomamos la decisión de cambiar.

Es momento de hacerlo. Ojalá este padecimiento silencioso no nos aplique aquel irreversible y siempre sabio refrán: “Nadie escarmienta en pellejo ajeno”.

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