Por Juan Esteban Méndez
Hola de nuevo estimados lectores, en la última semana me llegó un libro a mi domicilio, era sobre cine, hablaba de su filosofía y de cómo a nivel social nos cambia, pero existía un común denominador al respecto: El Spoiler
El Spoiler es un término del idioma inglés que en nuestro argot contemporáneo significa cualquier imagen, texto o sonido que anticipa la trama de una película, libro o cualquier obra artística, logrando así que una persona que no haya visto la película pierda el elemento sorpresa y no pueda vivir la experiencia, arruinando así información relevante, como podría ser la muerte de algún personaje o la traición de algún otro.
Para un estreno importante, cada día que pasa el usuario que es seguidor de la obra tiene un 45% de justificación para enojarse por los spoilers el primer día y 27.5% los siguientes dos días, teniendo así el primer fin de semana para disfrutar la película; para un espectador promedio tiene un 6.6% de justificación, y pasados los 15 días debería haber visto ya la obra en cuestión.
Existen personas que deciden, con premeditación y malicia, lanzar públicamente spoilers en las redes sociales, y eso es muy mal visto.
Después del estreno, parte de la experiencia colectiva es hablar sobre la película, eso es ser parte de una comunidad de fans, pero allí entra el término del “spoiler responsable”, en donde el usuario decide en qué momento avisar (o no) que compartirá información sensible.
Ésta práctica es la muestra de egoísmo más ampliamente usada por las comunidades de fans actualmente, y el egoísmo, normalmente categorizado como algo 100% negativo, tiene sus escalas de grises, y depende de cada uno saber dónde estar dentro de ellas.
La naturaleza del spoiler es algo que tiene muchos caminos de discusión, que van desde lo moral hasta una mirada influenciada en el marketing.
Esto ha sido todo por esta ocasión mis lectores, les invito a seguirme por todas mis redes sociales para mantener contacto y a ver las actividades que realiza mi comunidad: Kinécarus.
