Las claves para realizar una buena inversión

Todos cuando estamos en fechas decembrinas nos tomamos algunos minutos para reflexionar, proyectar acciones para el año siguiente, hacer un alto y fijarse objetivos deseados buscando mejorar o alcanzar nuevos objetivos pendientes.

Esta reflexión no es exclusiva de las personas, las organizaciones, por más grandes que sean y bien organizadas, también experimentan estos lapsos de análisis, y lo hacen para mejorar y hacer eficiente sus recursos. Todo con el afán de renovarse para vivir, sobrevivir o dominar. Todo según la perspectiva.

A continuación presentamos algunas recomendaciones basadas de la obra literaria “El Hombre más rico de Babilonia”, escrita por George S. Clason. Recomendaciones que aunque pueden verse o entenderse lógicos, algunos parecieran estar con mayor vigencia que nunca.

Una de las recomendaciones más elementales es la de terminar con la mentalidad de “pobre”. En el individuo aplica en sentido estricto de la palabra, pero en las organizaciones se refiere a los principios básicos de una buena administración, mediante la simple distribución correcta de los recursos disponibles.

Ahorre ud., pase lo que pase, el 10 por ciento de lo que gane. Después de sus deudas, después de todo, proveedores, pagos de servicios, y cuanto tenga, como debe ser, pero después, una vez cumplido con todo esto, separe sobre su ganancia el 10 por ciento para ahorro.

No nos referimos a si lo invertirá o no. Si utilizará una institución determinada para buscar generar utilidades de ese porcentaje. Nos referimos exclusivamente al hecho de separar ese recurso para ahorro. Y hacer como que ya no existe.

No es para recordar que se tiene un “guardadito”, y usarlo en alguna urgencia o emergencia, que a veces son todo menos eso, una urgencia o emergencia. El secreto está en no tocarlo, pase lo que pase.

Al cabo de cierto tiempo, ese dinero se habrá convertido en un importante capital, el cual le permitirá tomar decisiones de inversión en proyectos de cierta relevancia, esto con tan solo generar este simple hábito. Que como indicamos, pudiera ser algo muy sencillo, pero de gran trascendencia.

El autor hace paréntesis en este consejo. “Siempre habrá el pretexto de que apenas y se gana lo suficiente para comer”, pero he aquí la importancia de enfrentar este pretexto mental. Es un paso relevante en la mentalidad que separa al que es pobre, del que simplemente no tiene dinero por el momento.

E insiste, si se quiere incrementar la fortuna, para poder concretar el guardado de la décima parte del ingreso, habrá de ser necesario cuidar los gastos que se realizan. Esto es, cuidar no realizar gastos excesivos, en especial de aquellos “pequeños” que no percibimos que tenemos.

“El oro permanece bajo la protección del poseedor prudente que lo invierte según los consejos de hombres sabios”.

Esta es otra idea que parece lógica, pero incluso imperios se han perdido, dilapidados por el simple hecho de no seguir consejo e incluso menospreciar las orientaciones que los viejos hombres de gran conocimiento pueden ofrecer. Primero porque esos hombres, están donde están o han llegado a donde están por alguna razón, y es digno de escucharse cualquier apunte que ofrezcan. Segundo, porque no se puede andar creyéndose el amo y señor del negocio. O de lo contrario estará sujeto a ocurrencias e improvisaciones.

“Aseguraos unos ingresos para el futuro”. Esta tercera idea está mas centrada en las personas, pero también aplica para las instituciones y organizaciones. Hoy día enfrentamos el gran reto de las Afores. La gente trabaja pensando en obtener una pensión con base a este sistema de retiro. Pero el autor es claro en establecer la idea de que solo uno, es responsable de prever el recurso suficiente para un retiro decoroso.

Texto: Iván Duarte
Fotos: Cortesía

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