Se cumplen dos semanas de retrasos en la entrega de libros de texto gratuito de secundaria. A esto se suma también los libros guía que no han recibido las escuelas particulares.
La preocupación para muchos papás es que se comenta que la 4T no ha tenido tiempo de incluir en los textos toda su ideología, lo que significa un respiro para los maestros que, por una parte, para no estar a las carreras, ya prefieren que éstos no lleguen, y que incluso, aunque lleguen, no serán implementados como tal, puesto que, como quiera, el curso ya inició.
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Trascendió que al alcalde de Kanasín, el ya tristemente célebre William Pérez, ha dejado plantadas a autoridades del medio ambiente en más de una ocasión.
Se le ha convocado a reuniones en los que se abordarían temas como el del basurero y otros de interés metropolitano y el señor simplemente no acude, reveló una fuente muy confiable.
Esta política de avestruz no apunta a nada bueno, y más tratándose de temas tan sensibles… si no le da la cara a representantes o autoridades estatales, ¿qué puede esperarse para sus pobres gobernados?
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La muerte de un joven padre de familia, futbolista, amante de la música y, sobre todo, buen compañero en su trabajo, ha dejado mucho de qué hablar esta semana, pero eso no opaca lo que está ocurriendo en el ayuntamiento local, en el cual sólo se nota el marcado divisionismo entre el alcalde tizimileño Mario González y sus regidores.
Lo que empezó como un “gran equipo”, hoy ya da vergüenza, porque al alcalde ya se les subieron “los humos” y para bajarlos de esa nube será difícil porque en palacio sólo se hace lo que él dice.
Últimamente hasta su equipo de Comunicación Social ha estado fallando y no se queda atrás su secretario particular, que se aturde hasta con las agendas de trabajo cambiando horarios, o peor aún, se le olvida agendar actividades de mayor importancia.
El divisionismo es más que evidente, pero para su buena suerte aún conserva la mayoría de los votos que le permiten poder concretar algunas iniciativas que se proponen en el cabildo. A ver cuánto tiempo más le dura la suerte a González…
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La opacidad en el manejo de los recursos públicos está presente en todos lados, y por eso, se festejan los esfuerzos que se hacen para transparentar su uso.
Por ejemplo, para un reportaje sobre el financiamiento público de los partidos políticos, este periódico solicitó a los partidos políticos de forma directa que nos compartieran la forma en la que gastan esos recursos y sólo tres contestaron: dos brindaron algunos detalles y el otro mostró más disposición.
Es un hecho, pues, que cuando se trata de informar de los gastos muchos no quieren dar detalles, pero el chiste es que quienes se gastan el dinero público están obligados a informar, y no necesariamente a través de organismos públicos creados para obligarlos… debería bastar la buena voluntad.
