Ley de paridad en Yucatán fue un fracaso

Si bien es cierto que las mujeres adquirieron la libertad para votar y ser votadas, su participación en la política se ha visto limitada. A 65 años de distancia de esa lucha son utilizadas como redes de base para acompañar a candidatos varones, pero son excluidas al momento de asignar puestos de toma de decisiones

“Las mujeres son consideradas para organizar eventos, acompañar candidatos… pero a la hora de asignar puestos de toma de decisiones son excluidas, tal es el caso de las presidencias municipales”, expresó la doctora Gina Villagómez Valdés.

Un día como hoy, pero de 1953, a través del Diario Oficial de la Federación se anunció que las mujeres podrían ejercer su voto y ser votadas a un puesto de elección popular, hecho histórico que tuvo como cuna a Yucatán al ser la sede del primer congreso feminista liderado por Elvia Carrillo Puerto.
—Esto creo que de entrada coloca a Yucatán como un lugar estratégico para la reflexión de qué ha sucedido con las mujeres en la política —señaló la catedrática.

Tras varios años, la Ley de Paridad es lo nuevo en materia de participación política, la cual desde 2014 se autorizó a nivel nacional y en Yucatán, en mayo de 2017 cuando se aprobó con el fin de asegurar mayor participación ante el rezago que existe comparado con otros sectores como educativo, empresarial…

En la elección del 2015, Yucatán tenía 7.5 % de mujeres en puestos de presidencias municipales, a nivel de diputadas y senadoras ya se había modificado gracias a la cuota de género.

Villagómez Valdés resaltó necesario reflexionar en esta fecha sobre el rezago marcado de las mujeres en política producto de la misoginia y el machismo.

“Las mujeres siguen siendo marginadas, violentadas para no participar y sobre todo, no quedar en puestos de toma de decisiones. Esto es lo más importante. Como le llamamos, el club de Toby se sigue imponiendo, sobre todo, si vemos no sólo el nombramiento de candidatos sino de funcionarios públicos”, apuntó.

Respecto a la Ley de Paridad en el proceso electoral que concluyó, consideró que hubo una gran lucha para que las diputadas lograran quedar en paridad en el Congreso Estatal al registrarse dos impugnaciones; una de Morena y otra del Partido Acción Nacional (PAN), pero en las presidencias municipales solamente el 6 % de la población estatal estará gobernada por mujeres por lo que la Ley fue un fracaso en Yucatán.

—Fue un fracaso porque los partidos marginaron a las mujeres como candidatas. A los 25 municipios más importantes del Estado le asignaron las candidaturas a varones, tanto PRI como PAN lo hicieron y dejaron los municipios más pobres, vulnerables y con menos recursos e importancia a las mujeres —detalló.

Ante estos números se puede decir que la participación de las mujeres sigue sesgada, “y el peor enemigo son los dirigentes de los partidos, quienes no las han dejado tener posiciones adecuadas”.

Por lo anterior, hablar de una participación plena de las mujeres está muy lejos sobre todo a nivel municipal y a nivel de nombramientos de funcionarias públicas, no hay gabinetes paritarios, hay un sesgo y violencia.

Entre las acciones a seguir, plantea, es que las autoridades electorales promuevan más los derechos políticos de las mujeres y hagan evaluaciones en campo, ya que hasta ahorita ninguna autoridad lo ha hecho para conocer qué tipo de violencia o sesgo tuvieron las mujeres en la realidad.

Texto: Jesús Gómez
Fotos: Juliana Sepúlveda / Cortesía

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