Los cines de antaño en Mérida, espacios para toda la familia

El primer sitio cinematográfico en la capital funcionó en el Circo Teatro Yucateco, donde en 1902 se realizó la primera función.

Después de cinco meses de estar inactivas a causa de la pandemia del COVID-19, ayer abrieron sus puertas nuevamente las salas cinematográficas de la ciudad, y en este contexto recordaremos que el primer cine en Mérida funcionó en el Circo Teatro Yucateco, ubicado en la calle 57 por 68, en el barrio de Santiago, donde en 1902 se realizó la primera función cinematográfica proyectada con un equipo Lumière.

En 1907 se fundó en el barrio de Santa Ana el primer salón cinematógrafo que, de acuerdo con datos consignados por Francisco D. Montejo Baqueiro en su obra “La Mérida de los años veinte”, se encontraba en el espacio que hoy ocupa la gasolinera.

El salón, que al parecer no tuvo nombre, fue establecido por D. Arturo Moguel y contaba con bancas de madera en las que los espectadores disfrutaban al aire libre del cine mudo que era amenizado con la música del piano de D. Gustavo Monsreal.

Al poco tiempo, frente al extremo poniente del parque, D. Eustaquio González construyó un galerón de madera y láminas en el que de forma rudimentaria acondicionó una sala cinematógrafica que se inauguró con el nombre de Salón Popular. Este local posteriormente fue adquirido por el señor Moguel, que cerró el cine que tenía en la 47 y después de una reestructuración y de dotarlos de ciertas comodidades, fue reinagurado el 23 de octubre de 1915 como Salón Pathe, con la exhibición de la película de arte titulada “Los Últimos”.

Este fue por muchos años el sitio de diversión y sano esparcimiento para las familias de Santa Ana, que en la década de los años treinta disfrutaban de las noches de cine dancing que se pusieron muy de moda.

Regresando al barrio de Santiago recordamos que fue en este mismo año de 1915 cuando abrió sus puertas el salón Apolo, cuya vistosa fachada era la enorme cara de un payaso y en su boca abierta accesaba el público. (Años después en 1922 se convertiría en el Cine Rivoli y luego en el Cine Rex, como hasta la actualidad).

En Santa Ana, justo en el cruce de la calle 60 por 49, se construyó un elegante edificio que se destinó para una sala de cine, la cual fue inaugurada con el nombre de Salón Montejo el 19 de septiembre de 1919. Conocido como “El Templo del Arte” este local, por su elegancia y suntuosidad, llegó a ser el cine preferido de todas las familias no sólo del suburbio sino de toda Mérida. Sus empresarios don Antonio Rivas Suárez y Mario G cantón lo dotaron del confort y de las comunidades de quien aquella época se disponía, y su inauguración con la proyección de la emocionante película “Galaor más fuerte que maciste” fue todo un acontecimiento.

Seis meses después, pero en el suburbio de San Cristóbal, fue inaugurado el Cine Esmeralda, y su fundador fue el señor Gabriel Gamboa. Ante nutrida concurrencia xe exhibió en la función inaugural la cinta de ocho partes titulada “El Camino más Largo”, interpretada por las hermanas Diomira y María Jacobini. El precio de la función inaugural fue 10 centavos la entrada general. En este cine los vecinos disfrutaron de las películas de Harold Lloyd y Charles Chaplin, mientras que las funciones eran amenizadas por un conjunto musical compuesto de piano, batería y banjo bajo la dirección del maestro Ricardo D. Medina Domínguez.

Posteriormente llegó de Estados Unidos el trompetista Hernán Molina trayendo todas las novedades y dirigió la Orquesta Esmeralda que sustituyó en el cine al conjunto musical Jazz Band que dirigía Ricardo Medina, quien también se integró a la orquesta. Esta orquesta trascendió y del cine salió para estar presente en los bailes de las mejores sociedades coreográficas, bailes carnavalescos y también para acompañar a las compañías teatrales que en aquellos años llegaban a Mérida.

Texto: Manuel Pool

Foto: Agencias

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