Los hondureños y los frijoles mexicanos

Por Eutimio Castro

Luego de que una migrante de origen hondureño criticó duramente la comida que se le ofreció en un campamento en México y que el video se viralizó, provocando comentarios hostiles contra la mujer y los centroamericanos que llegaron en la caravana migrante, ahora está arrepentida y pidió perdón.

Desde que iniciaron su paso por el territorio mexicano, los hondureños se han estado quejando del trato que están recibiendo de los mexicanos, así como otras exigencias al gobierno, como la petición de autobuses para llegar a su destino, los Estados Unidos, pues se dicen muy cansados de caminar y pasar las inclemencias del tiempo.

Esta historia en México comenzó cuando arrojaron piedras para que le permitan la entrada al territorio, hasta cuando se quejaron de los frijoles que les daban. Las quejas no cesan y la polémica esta vigente, inclusive varios mexicanos han pedido que se les niegue el paso y se les pida que regresen a su lugar de origen.

Pero, ¿por qué estos inmigrantes abandonaron su lugar de origen? De acuerdo a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Honduras tiene la tasa de pobreza más alta de la región, con el 65.7 % de su población en esa situación en 2016; de ellos, el 42.5 % se situaba en extrema pobreza.

Según el Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh), con base en datos de la Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples (EPHPM) del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2017, el 68.8% de la población, algo más de 6 millones de ciudadanos, estaba en condición de pobreza; el 44.2 % de esa cantidad, casi 4 millones de personas, se registró en pobreza extrema.

También un punto medular es la violencia, en Honduras es perpetrada por organizaciones criminales transnacionales, grupos locales de tráfico de drogas, pandillas y miembros corruptos de las fuerzas de seguridad, entre otros actores y afecta desproporcionadamente a las personas de las zonas pobres y marginales, que son los que actualmente marchan hacia EE.UU.

Pero en el camino hacia suelo norteamericano, se han unido guatemaltecos, salvadoreños e incluso nicaragüenses. Esta es una clara muestra de lo que ocurre en Centroamérica, gente cansada y harta de lo que sucede en sus países buscan un mejor tipo de vida, un camino muy largo, y que muy posiblemente no tenga un buen final. Pues muchos de ellos optarán por mejor radicar en México, un país en donde con base en mucho esfuerzo podrán tener una vida mejor.

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