Los libros gratis de Taibo

Por Eduardo Ancona

Cayeron a las manos que escriben estas lineas dos de los libros punta de lanza de la nueva política de promoción de lectura del Fondo de Cultura Económico que ahora encabeza Paco Ignacio Taibo II. Se trata de una serie con el populista nombre “Vientos del pueblo”, compuesta por varios números de muy pequeños libros de no más de 40 páginas. Estos folletos están enfocados en romper la principal barrera a la lectura que identifica el nuevo titular del Fondo: el precio de los libros en la ciudad, pero también en el entorno suburbano. Su precio no rebasa los 15 pesos, y traen obras poco conocidas de autores consagrados como Elena Poniatowska y Rudyard Kipling.

La estrategia de Taibo está centrada en el acceso a los libros: llevar a todos la oferta de la literatura para que quien quiera leer pueda hacerlo. Partió de un diagnóstico simplón: mucha gente no lee porque los libros son carisimos. Posteriormente agregó dos elementos más: uno, la existencia de un bloque cultural que hace de las librerías y las bibliotecas lugares de difícil acceso que lejos de invitar a las personas a pasar y vincularse con los libros, se vuelven un muro que separan dos mundos en donde quienes quedan fuera, en palabras de Taibo, ven el bosque pero no los árboles. Y dos, la existencia de un problema en los programas de estímulo de la lectura en secundarias y preparatorias del país que lejos de invitar a los alumnos a leer, los alejan de los libros bajo un tufo de obligación y castigo.

Creo que el diagnóstico puede ser discutible. Coincido con los tres puntos, más con el primero y el tercero, sin embargo no me termina de convencer que sean suficiente para explicar un fenómeno bastante más complejo. De cualquier manera, lo que me parece un acierto extraordinario es la baja en el precio de los libros y la voluntad del Fondo de regalarlos, particularmente del catálogo al que me referí al principio. Si bien me preocupa que las preferencias ideológicas de Taibo colonicen la oferta del Fondo, no puedo dejar de aplaudir tronadoramente una medida que no es más que fundamental justicia social: el colmo, la estocada final de la insultante desigualdad que vive México es que las mayorías marginadas de todo, lo estén también de la cultura.

PUNTO Y APARTE

Hablando de libros, se inauguró anteayer la Filey en el Siglo XXI. Cada año la feria tiene una mejor oferta editorial, pero una peor oferta de conferencias y presentaciones. Bajo el régimen anterior -el de Rafa Morcillo- la Feria se superaba año con año, y edición con edición. Tras el equivocado cambio de mando el estancamiento ha sido notable. Sin embargo, con todo y todo, este sigue siendo el mejor evento cultural con el que cuenta Yucatán. No se lo pierdan por nada.

 

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