México invita a su afición a soñar en grande

México invitó hoy de nuevo a soñar con algo grande en este Mundial al derrotar a Corea del Sur (2-1) en un partido en el que le bastó con un gol de penalti de Carlos Vela y otro de “Chicharito” Hernández.

Con esta victoria, los mexicanos ponen un pie en los octavos, mientras su afición ya sueña con superar la maldición del quinto partido, es decir, el cruce de cuartos, logro que alcanzaron en los dos torneos que organizaron en 1970 y 1986.

Después del gran partido ante Alemania (1-0), la numerosa hinchada azteca esperaba una nueva exhibición, pero el equipo dirigido por el colombiano Juan Carlos Osorio apostó ésta vez por el pragmatismo, especialmente en el primer tiempo.

Pese a que es muy dado a no repetir equipo, el técnico mexicano, Juan Carlos Osorio, únicamente introdujo un cambio con respecto al equipo que maravilló ante Alemania: Álvarez por Ayala en el lateral.

“Chicharito” fue el primero en avisar a los diez minutos con un cabezazo a la salida de una falta, pero su remate salió desviado por muy poco.
Osorio había advertido sobre el delantero del Tottenham, Son Hueng-min. Valió una pérdida de Guardado para que recibiera un balón largo, recortara a su marcador y estuviera a punto de sorprender a Ochoa por dos veces.

Pero entonces los surcoreanos se dispararon en el pie. Guardado recibió el balón al borde del área grande y su centro fue incomprensiblemente despejado desde el suelo con la mano por Jang.

El árbitro no dudó. Y Vela, el lanzador, tampoco, ya que engañó al guardameta surcoreano y puso por delante a su equipo ante la euforia de la hinchada.
En la segunda parte los surcoreanos no tuvieron más remedio que salir a por todas, pero los primeros compases fueron del equipo norteamericano, que decidió apretar el acelerador. Los surcoreanos sólo lo intentaron desde fuera del área, pero Ochoa siempre estuvo muy atento.

Guardado, el capitán que vive esta temporada una segunda juventud, tuvo en sus botas el segundo gol con un magnífico disparo desde fuera del área con su zurda, pero Choo lo evitó con una gran parada.

Un par de minutos después Lozano también pudo darle la puntilla a los asiáticos, pero cuando se disponía a encarar al portero, falló en el control y su disparo fue despejado por un defensa.

Tanto fue el cántaro a la fuente en medio de un ensordecedor “Canta y no llores”, que en otro contraataque “Chicharito”, que apenas había participado en el juego, recortó magistralmente a su marcador y batió al portero.

Sólo Son apeló al orgullo en el descuento al marcar un magnífico gol con un tremendo obús ante el que nada pudo hacer Guillermo Ochoa.

Texto y foto: Agencias

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