Los insólitos temporales invernales que azotan a Texas desde la semana pasada tienen al Estado sumergido en una crisis de suministro eléctrico. Más de dos millones y medio de hogares y negocios cumplieron ayer tres días sin luz ni calefacción por el congelamiento de los generadores eléctricos y la demanda de luz sin precedentes para hacer frente a las bajas temperaturas. Una nueva avalancha de aguanieve y lluvia helada durante la jornada han profundizado la crisis. El gobernador, Greg Abbott, firmó una orden ejecutiva que obliga a los proveedores de gas natural detener los envíos fuera del territorio y los dirijan a los generadores de energía de Texas.
La oficina del Servicio Meteorológico Nacional en Austin / San Antonio dijo que la nueva tormenta que se aproxima podría ser “la peor de todos los eventos invernales de la semana pasada”. Mientras recrudecen las condiciones climáticas, Abbott confirmó que todas las fuentes de energía se han visto comprometidas, desde el carbón y la energía renovable hasta la planta de energía nuclear del Estado. Más de dos tercios del suministro de energía en Texas proviene de la generación de combustibles fósiles. El Consejo de Confiabilidad Eléctrica de Texas (ERCOT) puntualizó que si bien los hielos han apagado algunas turbinas eólicas, ese ha sido el factor “menos significativo” en los apagones.
W. Nim Kidd, jefe de la División de Manejo de Emergencias de Texas, informó de que las agencias estatales están trabajando de manera conjunta para satisfacer las demandas de las residencias de adultos mayores, hospitales y centros de diálisis, que han reportado una serie de problemas que incluyen la explosión de tuberías de agua y escasez de oxígeno. Las autoridades han aumentado a 300 los sitios habilitados para que los residentes, especialmente los sin techo, puedan protegerse del frío.
La ola gélida ha afectado principalmente al centro y sur del país, pero abarca cerca de 30 Estados. Hasta la tarde del miércoles, se han registrado al menos 31 muertes: por frío, accidentes automovilísticos en la carretera e intentos desesperados por mantenerse calientes.
Texto y foto: Agencias
