Por Carlos Pérez
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* Consultor en Comunicación Estratégica y Relaciones publicas. Especialista en temas de marketing y comunicación corporativa.
En 1964 Nike inició operaciones con el nombre de Blue Ribbons Sport de la mano de Phil Knight y Bill Bowerman. En su primer año de negocio vendió 1,300 pares de zapatos y en 1966 abrió su primera tienda en California. En 1980 alcanzó una cuota de mercado de más del 50% de zapatos tenis en EU y una severa crisis en los mediados de los 80 lo llevó a contratar a Michael Jordan, alcanzando ventas inéditas en el mercado que hoy lo podemos ver, con sus ingresos mayores a 25 mil millones de dólares.
La otra marca que nos ocupa hoy es Adidas. Esta empresa alemana fundada en 1949 por los hermanos Adolf “Adi” Dassier y Rudolf Dassier se presentó en el mercado gracias al atleta Jesse Owens, a quien se le convenció de usar zapatos con clavos hechos a mano, lo que deslumbró en los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936. Posteriormente su hermano Rudolf se independizaó y fundó Puma, por lo que la empresa creció y se rebautizó con el nombre que ya conocemos por el diminutivo de Adolf, “Adi” y las primeras sílabas de su primer apellido.
Estos dos titanes de las marcas deportivas disputaron como muchas otras su presencia en Rusia 2018, por ejemplo, en el Mundial de Brasil, Nike vistió más selecciones que Adidas, pero en esta última ocasión vistió a 12 de las 32 escuadras que asistieron a la justa deportiva.
Sin embargo, el golpe más fuerte, con una caída del 2.7 % en sus acciones, se dio por la salida de la selección de Alemania al ser eliminado. Hay que recordar que las marcas generalmente suelen vender más productos antes del Mundial que durante el evento, pero si un equipo empieza a avanzar a cuartos y semifinal la demanda de productos extras con sus emblemas se incrementa.
Es importante mencionar que meses antes del Mundial de Futbol de Rusia 2018, la marca Adidas lideraba con un incremento en ventas del 9%, la utilidad subió más de un tercio y visualizaba un aumento con el Mundial al incorporar a países como Irán y un crecimiento en América del norte y China, aunque para Nike la situación se mostraba diferente, ya que redujo sus ganancias en un 24% en el último trimestre del año pasado y además sus ventas se mantuvieron iguales prácticamente.
Ante el panorama económico presentado, al final del Mundial todo resultó diferente, ya que de los cuatro equipos que llegaron a la semifinales solo uno vestía la marca Adidas, que fue el seleccionado de Bélgica, y los demás de Nike.
Según la revista Expansión, a partir del comienzo del Mundial las acciones de la marca Nike se han incrementado 3% y Adidas ha perdido 5%; y si consideramos que la final fue Croacia vs. Francia, donde las dos portaron el emblema de la palomita, ¿entonces qué pasó? ¿el ganador fue Nike? ¿Aún es pronto para nombrar a la marca triunfadora? Se cumplió el dicho: quien ríe al último, ríe mejor.
