Por Martín Arias
En un país donde la violencia y la inseguridad es el pan de cada día, nos hemos olvidado que las personas que pierden la vida a manos de asesinos sin escrúpulos tenían familias, eran hijos o hijas, esposos o esposas, hermanos o hermanos, padres o madres.
Lamentablemente, Marbella Ibarra, la entrenadora de fútbol y fundadora de Xolos Femenil, ya forma parte de las estadísticas de homicidios en México, de tantos que todavía quedan sin resolver y por los que la sociedad pide a gritos que se ejerza justicia.
Sin embargo, como dijo Máximo Décimo Meridio en la película “Gladiador”, “lo que hacemos en vida tiene su eco en la eternidad”, y Marbella partió luego de dejar un gran legado al futbol femenil.
Luego de que las mujeres tenían demasiadas trabas para poder jugar a nivel profesional, Ibarra fue una de las principales promotoras del deporte de las patadas entre las féminas, ya sea como entrenadora, directora deportiva y hasta narradora, pero siempre al servicio de las suyas.
Asimismo, llegó incluso a financiar de su propia bolsa a un equipo femenil y ayudó a chicas de escasos recursos que quisieran futbolistas profesionales a través de la asociación de FutFem.
El esfuerzo y dedicación de Marbella tuvo su recompensa con la creación de la Liga MX Femenil, donde sus Xolas la hicieron sentir orgullosas en cada jugada.
Perdónanos Marbella porque no hemos sabido construir un país en el que la paz se anteponga a la mano violenta que atenta contra los derechos de los demás. Perdónanos porque, aunque decimos que a la mujer no se le toca ni con el pétalo de una rosa, los feminicidios y el maltrato hacia ellas están en aumento. Perdónanos porque nos cuesta trabajo entender que hombres y mujeres somos iguales ante la ley y que merecemos las mismas oportunidades para triunfar en cualquier plano de la vida.
Estoy seguro que, aunque ya no lo veas, las futbolistas mexicanas te harán sentir orgullosa con sus triunfos en la cancha y aplicando el ejemplo de deportividad que las mujeres siempre exhiben en sus disciplinas y que a los hombres nos cuesta tanto aplicar.
Las chicas del balón están en deuda contigo. Te agradecen y te recordarán por siempre, porque hoy pueden realizar sus sueños en un entorno propicio que tú ayudaste a construir.
Que tengas buen viaje, Marbella.
