Ante la baja captura, prefieren no hacerse a la mar para no tener pérdidas y utilizar los recursos recibidos para avituallarse.
Virgilio Pérez Chan, líder de la organización Pescadores en Defensa del Mar, aseguró que el 2020 ha sido un pésimo año para quienes se dedican a la pesca.
Primero fue el final de la mala temporada de pulpo que inició en el 2019, luego vino el cierre de las congeladoras a causa de la pandemia del coronavirus, el alto costo de los combustibles y la baja captura debido a inclemencias del tiempo.
Hasta este momento, los pescadores han podido sobrevivir gracias a los apoyos tanto del estado como de la federación, que al adelantarse les pudieron sacar de apuros.
Ahora esperan con ansias que llegue el mes de agosto y con este el arranque de la temporada de pulpo, que sin duda es la mejor temporada para los pescadores campechanos.
Muchos de los pescadores, ante la baja captura, están prefiriendo no hacerse a la mar, para no tener pérdidas y usar el dinero que les queda de los apoyos para avituallarse, ya que preparar una lancha para esta temporada les cuesta entre 4 y 8 mil pesos, pues hay que hacer reparaciones tanto al casco como al motor, trabajo de pintura, renovar salvavidas y otros implementos, preparar las jimbas así como comprar combustible y carnada.
Por su parte, Pedro Chi, también líder de pescadores ribereños, señaló que como no hay certeza de que se levante la veda en agosto, ellos no han iniciado su preparación.
Diversos pescadores tanto del Camino Real como de San Román y Lerma comentan que hay incertidumbre sobre cómo vendrá esta temporada de pulpo, pues los depredadores no han dejado de bucear y temen que no haya nada qué capturar cuando inicie la temporada.
Texto y foto: Agencias
