Primer semestre del 2020, catastrófico y sin crecimiento: empresarios

Líderes empresariales coinciden en que este semestre es el más difícil para México y el mundo, situación que, dicen, se ha agravado por la falta de apoyo del Gobierno Federal.

Los números no mienten y, desde la macro hasta la microeconomía, pasando por empresas de cualquier nivel y sector, se asegura que el primer semestre del 2020 ha sido catastrófico y sin crecimiento, aunque por naturaleza los constructores no dan un año por perdido, sino hasta que termina.

Sin embargo, no todo ha sido obra de las políticas de los diferentes niveles de gobierno por la pandemia provocada por el coronavirus COVID-19, que puso un tope insuperable al crecimiento económico en países y regiones que nunca entran en recesión, pero que ahora les tocó perder el impulso que mueve a todas las economías del orbe, como son China, Estados Unidos o la Unión Europea.

Hay señales, anuncios y previsiones casi a diario de calificadores, bancos o centros empresariales que presagian los peores escenarios para México y el mundo. Pero, quizás, de tanto escucharla ya le perdimos el “miedo” lo que no pasa con los hombres que lideran las cámaras empresa o destacan en los sectores más importantes en la economía local.

“Este ha sido el semestre más difícil de la historia, ahora sí que todos los que estamos acá no creo le haya tocado una situación tan complicada desde 1929. Yo creo que es más compleja, en donde todo el mundo está sufriendo por un problema de salud y económico”, dijo Michel Salum Francis, presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Mérida.

Para el también líder del Consejo Coordinador Empresarial en el estado ha sido un semestre catastrófico para todo: la salud, la familia, los gobiernos.

“Desgraciadamente muchos otros países lo han podido sobre llevar con el apoyo del Gobierno Federal, pero aquí nosotros no tuvimos ningún apoyo del Gobierno federal sino más trabas y más complicaciones, y básicamente dejó solo a los estados, por lo que obviamente así ha sido más difícil la situación para todos”, agregó.

Para Salum Francis lo que puso a la economía al borde del colapso fue la crisis sanitaria, que comenzó a finales de marzo pasado.

“La crisis sanitaria es terrible, no podemos ignorarla. Como te comento, en otros lados se ha podido disminuir el impacto económico con el apoyo de los gobiernos centrales, pero aquí, como ya sabes, no solo nos dejaron solos. Pero, además, la tormenta (Cristóbal) que vino a complicar más las cosas y a dejar a más gente, que perdió sus pertenencias, sufriendo condiciones extremas”, recalcó.

En este mismo tema, el presidente de la Coparmex en Yucatán, Fernando Ponce Díaz, manifestó que es innegable que el 2020 ha sido por mucho el año más complicado, duro y difícil al que no solo nuestra economía, sino la del resto del mundo se haya enfrentado en décadas, aunque no lo calificaría lisa y llanamente como perdido.

“Si bien es cierto que todos los indicadores que miden nuestra economía está a la baja, y que lamentablemente muchas empresas y empleos se han perdido y seguirán perdiendo en definitiva por la difícil situación que priva, también es cierto que hemos descubierto nuevas formas de hacer negocios, de preservar la fuerza laboral y de irnos adaptando a esta nueva realidad que nos está tocando venir, y que antes de la pandemia no sabíamos que existían o nos negábamos a adoptar”, señaló.

En ese mismo sentido se expresó el líder de la CMIC en la entidad, Raúl Aguilar Baqueiro, quien aseguró que en la naturaleza de un constructor no hay meses, semestre o años perdidos.

“Es importante puntualizar que antes de la pandemia la situación de la industria ya era complicada por las reducciones sucesivas que identificamos en 2020 y 2019 de los montos totales para inversión en infraestructura. Es una realidad indiscutible que el impacto de la pandemia del COVID-19 ha generado una desaceleración inédita en la inversión pública y privada que golpeó de manera muy dura a nuestro sector y particularmente el personal eventual que vive prácticamente al día”, describió.

Por ello, recalcó, es un año complejo, complicado y seguirá siendo difícil, pero seguiremos en actitud propositiva y encontrando maneras de seguir apoyando a nuestros afiliados en particular y a la industria en general.

“No consideramos que el 2020 sea un año perdido”, recalcó.

Para el empresario turístico, Jorge Escalante Bolio, la situación actual es mala, difícil, para todos los prestadores de servicios turístico, porque fue al sector que golpeó primero y al último en recuperarse, ya que sus servicios están basados en la comunicación, en el contacto humano y con motivo de la pandemia es lo que se ha tratado de evitar.

“Nuestra situación económica, desde navieras, líneas áreas, hoteles, tour operadores, industrias y de reuniones, todo está paralizado y la situación económica es muy mala”, mencionó.

Pero lo más preocupante es que el sector representa un porcentaje importante del PIB y es un gran generador de empleos, eso muchas veces no se alcanza a medir ni por los gobiernos ni las sociedades.

¿Y qué han hecho los gobiernos?

“La actitud del gobierno estatal es que no se sentaron a lamentarse, el gobernador Mauricio Vila Dosal se dedicó a atender esta situación, inédita, como decimos, con las capacidades que tiene el estado, yo creo que reaccionó de manera ejemplar en comparación con otros estados de la República, entonces, se hizo lo que se pudo, y como bien te comento, ahora lo que falta es reactivar la actividad económica para que mucha gente que haya perdido su trabajo pueda recuperarlo, y su familia pueda tener qué comer”, afirmó Michel Salum.

Para el empresario Jorge Escalante Bolio la pandemia del coronavirus dio al traste con todo.

“Obviamente ahí no se tiene la culpa la administración actual y la IP, pues es una crisis que atacó a todos, con consecuencias y resultados que todos tenemos a la vista”, apuntó.

En su momento, Aguilar Baqueiro, de la CMIC, la actitud de la autoridad estatal ha sido realista y de esfuerzo por encontrar alternativas ante la difícil situación que enfrentamos ya que ha implementado políticas fiscales adecuadas y ha otorgado facilidades con los tiempos de algunas declaraciones, eso impacta positivamente en todas las industrias, no solo en la construcción.

“Yo creo que no sirve de nada buscar culpables; sin embargo, estoy convencido de que el Gobierno Federal tiene que realizar ajustes en las políticas públicas y económicas a fin de aumentar la capacidad de crecimiento en ejercicio del gasto, en inversión física presupuestaria”, expresó.

Es por eso, agregó, no han dejado de puntualizarle al gobierno federal la importancia de que se pueda cumplir con un ejercicio de justicia distributiva en la política pública para que en los proyectos de la Sedatu y del Tren Maya que se lleven a cabo en Yucatán las constructoras yucatecas jueguen un papel preponderante y la derrama económica pueda permear en los habitantes de nuestro estado.

Para el dirigente de Coparmex sería absurdo decir que la grave situación económica que estamos viendo es culpa del Gobierno federal, aunque desde luego sí ha influido a que la situación sea aún más compleja que, en otros países, inclusive de América Latina, con su sistemática negativa a apoyar a las empresas y preservar los empleos.

“Para muestra ahí está la propuesta de Remedios Solidarios a implementar (Salario Solidario, Seguro Solidario y Bono Solidario) que la Coparmex le hizo llegar, así como las más de 60 propuestas plurales e incluyentes que el CCE Nacional le envió. ¿Y qué ha pasado? Nada, las ha ignorado por completo y ha decidido seguir con sus planes de destinar millonarios recursos públicos a obras que en estos momentos no son prioritarias y repartir dinero de sus programas sociales con fines electorales, dejando a su suerte a miles de micros, pequeñas y medianas empresas que existen en nuestro país”, detalló.

Texto: Esteban Cruz Obando

Foto: Agencias

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